Una fiesta que mira a las raíces La jornada de ayer registró un gran récord de visitas al pueblo

Terque vive un día mirando al pasado con labores de ayer

  • Cientos de personas pasaron ayer por el municipio del Andarax para asistir con mucha curiosidad a la octava edición de la Jornada de Recuperación de oficios Antiguos

Terque no quiere olvidar el oficio de barrilero y para ello pretende recuperar esta profesión que tanta dedicación tuvo en la localidad y en la comarca a mediados del siglo XX, cuando el boom de la venta masiva de uva a otros países. Ayer, un año más, se celebró en esta localidad la VI Jornada de Recuperación de Oficios Antiguos en la plaza del Solar en el transcurso de toda la mañana.

La actividad estaba organizada por el Museo Histórico-Etnográfico y el Museo Provincial de la Uva del Barco de Terque con motivo de las Fiestas a la virgen del Rosario. El encuentro pretendía revivir varios oficios que en otro tiempo formaron parte de la vida cotidiana de los almerienses y que hoy, por diferentes circunstancias prácticamente han desaparecido del mercado laboral o, en el mejor de los casos, se realizan de una forma esporádica y minoritaria.

El fin de las Jornadas se cumplen cada año, ya que se quiere difundir los saberes orales y las practicas tradicionales entre las personas mayores, que los reviven y actualizan en su mejoría, así como entre los más jóvenes para que conozcan y aprendan algunos aspectos culturales que vivieron sus padres y abuelos.

Esta jornada cultural y turística, en la que han participado y han convivido un elevado número de vecinos de Terque y de artesanos de toda la provincia, potencia el reconocimiento social del conocimiento artesano y difunde los recursos turísticos de la localidad y de la comarca del valle del Andarax.

La Plaza del Solar, en pleno centro de Terque, fue el lugar elegido para revivir otra época, la época de gloria de la localidad cuando todo giraba en torno a la uva. Por un lado, varios viejos barrileros empezaban su faena aprovechando la sombra de las grandes casas que en esta plaza y que son el testigo de que en Terque hubo un tiempo de gran esplendor, vinculado a la exportación de la uva a otros países.

En torno a la barrilería, daba gusto ayer ver al grupo de mujeres que junto a la Plaza del Solar realizaban la faena de la uva. Y es que estas mujeres todavía recuerdan como una vez que la uva se cortaba, se hacia la limpieza quitando aquellos granos enfermos o que eran mas pequeños. Ese racimo limpio pasaba a la repasadora y de ahí pasaba a la embarriladora y luego al tapador que le ponía las tapas y ya estaba preparado para ser exportado.

En torno a la barrilería y la faena de la uva, ayer en Terque hubo puestos de alfarería, espartería, cestería de caña, sillería de anea, escobas de palma, hojalatería, encaje de bolillos y hasta un puesto de barbería callejero. No faltó nadie a su cita en Terque. Todos rememoraron momentos inolvidables en esta localidad. Pero lo que está claro a tenor de los pocos barrileros que existen hoy día que es necesario hacer algo para recuperar ese oficio.

Alejandro Buendía, responsable del Museo de Terque explicaba ayer que "este año contamos con algunas novedades en esta jornada, como es la presencia de un impresor antiguo, también esta el taller de cerámica que ha venido de Benahadux, también contamos con lavanderas y sastrería y una serie de juegos tradicionales, que nunca antes se había hecho".

Loli Ortega, una señora de Alhabia ayer hacía encaje de bolillo. "Yo lo hacia de niña, y después cuando ya crié los nietos lo he vuelto a coger". Esta mujer que tiene unas manos de oro, ya que 'se me murió mi perra, y la he hecho de encaje de bolillos", comenta.

La mañana estuvo amenizada por el grupo folklórico Zaraguí de Alcolea que interpretó varias canciones que han recuperado de la tradición oral de la comarca. El pregonero de la jornada de ayer, recayó en la persona de José Luis Segura García.

Guillermo García Alarcón, es uno de los pocos barrileros que todavía quedan en Terque en la actualidad. "Yo estuve haciendo barriles hasta el año 1963. Empecé con nueve años. Ahora como no quedo nada más que yo en el pueblo y no se me ha olvidado la profesión. Este oficio se ha perdido totalmente y es una pena que los jóvenes no lo aprendan porque yo recuerdo cuando en el pueblo había hasta once talleres de barrilería en los años 50".

García echa la vista atrás y recuerda que "en el taller que yo trabajaba en los años 60 estábamos unas 20 personas. Después sacaron unas cajas que eran mas sencillas y mas económicas, y los barriles fueron desapareciendo".

Ángel Cantón, de Terque, tienes unas manos sabias para el esparto. En esta Jornada montó un puesto donde se podían ver figuras, muchas de ellos animales realizados con esparto.

Manuel Escámez, ha sido 25 años de municipal, y tras jubilarse continuó haciendo jaulas de perdiz y ahora realiza otro tipo de jaulas, aunque las que mas llaman la atención son las pequeñas y los cepos diminutos.

Desde Almería también llegó el impresor Manuel Gómez Martínez con una máquina de 50 años de antigüedad. "Aquí hacemos tarjetas y se imprimen sobres".

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