Cultura

"Toda mujer tiene una gran oportunidad en la vida y para eso la visto"

Este madrileño de adopción creció jugando con retales y patrones de la fábrica textil de sus padres pero, como si se tratase de la manzana prohibida, quiso huir de la llamada de la moda y se matriculó en arquitectura. Sin embargo, poco después, el diseño volvió a llamar a su puerta en una cafetería...

-Quién le hubiese dicho a usted que un tropezón lo acabaría convirtiendo en el creador español de las alfombras rojas...

-Pues sí, así fue. Mi familia tenía experiencia en el sector, sabían lo difícil que es hacerse un hueco como diseñador y me recomendaron que escogiese un trabajo más convencional. Pero un día me tropecé con un hombre en una cafetería y le derramé el café encima. Me moría de vergüenza, así que no paré de insistir en que pagarle la tintorería, hasta que el buen señor me explicó que él mismo fabricaba camisetas como las que llevaba y no le costaba hacerlas más de 60 pesetas. De pronto vi el negocio ante mí, el me dio la oportunidad y así nació Bellocotton.

-Supongo que en aquel momento decidiría prenderle fuego a sus libros de arquitectura, ¿me equivoco?

-(Risas). Tampoco fue una cosa tan radical, pero no, no te equivocas. Hasta entonces yo había entendido la moda como un negocio de producción masiva, no como una profesión en la que puedes volcar tus emociones. Pronto me di cuenta de que aquello era lo que quería y viví el boom hasta darme cuenta de que crear sólo con algodón no era suficiente. Ahí llegó mi flechazo por el prêt-à-porter.

-Precisamente ahora hace una semana que presentó su última colección en la Semana de la Moda de Valencia. ¿Tiene fe con respecto al futuro de esta pasarela?

-Sin ánimo de actuar como un visionario, te diré que Valencia tiene muchas posibilidades si se especializa. Desde que cayó Gaudí, nadie puede superar la pluralidad de Cibeles pero, así como Barcelona logró convertirse en el escaparate más competitivo de Europa en moda nupcial, el Levante español podría igualar la hazaña como estandarte de la moda masculina. Sólo hace falta decisión.

-¿Por qué ha pensado concretamente en una pasarela para el hombre?

-En primer lugar porque Valencia ha potenciado una imagen muy masculina de sí misma en los últimos años con el nuevo circuito de Fórmula 1 y la Copa América de vela. Además Galicia y Barcelona poseen varias marcas de moda masculina que podrían resultar muy rentables si se les brindase el espacio necesario para mostrar sus colecciones. Y no hablo de diseños destinados para una especie de dandi italiano, sino con un perfil mucho más sport.

-Hemos hablado de su visión de las colecciones masculinas, pero el secreto de su éxito está ligado a la mujer... Concretamente a aquellas que se pasean por las grandes galas. ¿Qué significa para usted haber vestido Victoria Beckham, Demi Moore y Paz Vega?

-Es bonito, porque cuando diseño esos trajes de noche, lo hago imaginando acontecimientos como una entrega de premios, por ejemplo. Paz estuvo increíble en Cannes. A ella le apetecía interpretar el papel de diva de los 40 sobre la alfombra, y me dio la oportunidad de recrear esa ilusión. En eso consiste mi trabajo. Yo siempre digo que toda mujer tiene una gran oportunidad a lo largo de su vida y, ahí estoy yo, para vestirla.

-Esa idea romántica que tiene de las estrellas de cine, hace que lo imagine como un cinéfilo entusiasta. ¿Es así ?

-Es que el cine y la moda han estado siempre relacionados. Desde 1920 a 1950 el diseño se regia por los designios de los "figurinistas" que decidían cómo iban a vestir en la gran pantalla divas como Marilyn Monroe o Katherine Hepburn. Después la moda toma las riendas y el séptimo arte se esmera en reflejar en sus películas las tendencias que respira la calle. Pero a partir de los 80 hasta la actualidad, las marcas son las que lo dirigen todo. Sólo tienes que ver el protagonismo que tienen los manolos en Sexo en Nueva York.

-Sin embargo, tengo entendido que su gran diva no es una actriz sino la soprano Montserrat Caballé. ¿Ha cumplido el sueño de diseñar para esta cantante?

-Aún no lo he conseguido, pero sigue siendo una de mis ilusiones. Ella es tremendamente elegante y para mí sería un gran honor poder dar algo de lo que veo en ella. Montserrat es un icono por la sensualidad que desprende.

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