José Fernández Torres, Tomatito, no podía faltar a los actos conmemorativos del cincuentenario de la peña flamenca que le vio nacer como artista. Fue el primero que se ofreció a la directiva diciendo "yo quiero estar presente en estas fechas tan señaladas para mi peña". Y ha cumplido sobradamente con sus palabras. José está en plena fase de promoción de su nuevo disco, lo que le obliga a viajar continuamente por lo que tuvo que hacer un esfuerzo muy especial para no faltar a la cita. Lo de sobradamente es porque estuvo el 22 de marzo, viajando desde Londres, en el homenaje al Presidente de Honor, Lucas López y en el recital del cantaor jerezano Luis El Zambo el pasado 19 de abril. Fue mientras cenaban en el ambigú de El Taranto cuando El Zambo aceptó la invitación de Tomatito para cantar con su guitarra el día 4 de mayo de nuevo en los aljibes. Luis es un cantaor de culto, que hace un cante añejo que lamentablemente tiene los días contados. Y Tomatito, un artista de fama internacional, lo sabe y lo aprecia.

Una hora antes de la señalada para el comienzo del recital el casi milenario recinto estaba lleno de un público deseoso de escuchar a su socio de honor, al artista flamenco que ha puesto a Almería en el panorama internacional. Tomatito quería actuar como lo hizo decenas de veces en su peña, de guitarrista de acompañamiento, sin abusar de falsetas prolongadas, mirando continuamente al cantaor, pendiente de él, a su servicio, sin buscar el lucimiento propio.

La guitarra soñada por un cantaor. Esto dejó, sin duda, con la miel en los labios a una buena parte de los asistentes a los que les supo a poco la actuación de su ídolo y echaron de menos algún toque de Tomatito en solitario, como guitarrista de concierto que es, después de su largo periplo con Camarón, lo que le ha hecho famoso en todo el mundo.

Pero, insisto, José lo tenía claro. Él, en este caso, quería volver a vivir sus primeros años en El Taranto, acompañando a un cantaor de su gusto flamenco. Y en esta faceta estuvo perfecto, al servicio de El Zambo, como tratando de evitar que la gente jaleara más sus falsetas que al cantaor. Luis estuvo más tenso que quince días antes, cuando actuó acompañado por Isaac Moreno. Se le notó menos suelto y dicharachero que en abril. No obstante, Luis El Zambo no sabe cantar mal, nada más abrir la boca saca unos sonidos flamencos, de flamenco ensolerado, como los vinos de su tierra. Salvo por tarantos, cante que muchos cantaores que vienen a Almería se empeñan en cantar porque quieren quedar bien, hizo 50 minutos muy buenos, en los que destacaron el cante por seguiriyas y, como no podía ser menos, por bulerías, cante en el que Luis El Zambo es un maestro de los que no hay.