En una de las habitaciones de la Escuela de Música de Vélez Blanco duermen dos maniquíes junto a decenas de trajes de época medieval. Allí, dentro de ese rincón del convento franciscano de San Luis, descansan esperando ser protagonistas en días como este miércoles. Y es que a las 12:00 horas se celebra el tradicional desfile de ministriles del castillo por las calles del pueblo. Es una más de las actividades programadas en la XX edición del Festival de Música Renacentista y Barroca.

Este fondo de armario es cada vez más amplio. El sastre de indumentaria histórica, Francisco Martínez Botella, es el encargado junto a las voluntarias del pueblo de ir confeccionando cada año con más conjuntos de este estilo.

Los hacen de la forma más fidedigna posible. Gracias a algunos documentos notariales de mitad del XVI y un inventario del primer marqués de 1546 saben más sobre ellos.

Basquiñas, corpiños, jubones, calzas... No falta detalle. Este miércoles volverán a vestirlos para hacer a Vélez Blanco viajar unos siglos atrás en el tiempo. A las 12:00 horas comenzará un recorrido que parte desde el atrio del convento y hará paradas en algunos de los lugares más emblemáticos del caso urbano, al son de la música medieval que sonaba en las calles en aquella época.

Colección de trajes de época en Vélez Blanco.

El paseo de este año está dedicado a la huella arquitectónica y cultural que han dejado las mujeres en Vélez Blanco. Y es que uno de los objetivos del festival es aportar una perspectiva de género sobre la música y la historia.

Además, esta actividad servirá como homenaje a Dietmar Roth, un querido vecino que falleció muy recientemente y que estaba muy ligado al festival desde hace años. De hecho, él fue el encargado de redactar los textos que se leerán a lo largo del recorrido para explicar los detalles históricos de los diferentes rincones en los que las mujeres han tenido un peso muy importante.