Magnífico espectáculo el que disfrutaron los almerienses en la tarde del viernes en el Auditorio Municipal Maestro Padilla con ¡Viva!, creado por Manuel Liñán, Premio Nacional de Danza y premios Max. Un espectáculo de danza española y flamenco que hizo, ovación tras ovación hasta llegar a los vítores, que el público lo despidiera en pie con un enorme aplauso de complicidad y gratitud. Una cita que, en el marco de la programación de otoño del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, que colgó el cartel de ‘entradas agotadas’, siempre con los parámetros necesarios para garantizar el disfrute de la #CulturaSegura.

Decía Nietzsche que “la madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño” y algo de eso transmite ¡Viva!. Siete hombres, capitaneados por un Manuel Liñán excelso y empático en cada uno de sus movimientos y gestos, por menores que fueran, vestidos con bata de cola, con trajes de goyesca, con mantones, pendientes y recogidos, flores y colores, siendo libres en la ruptura de la esencia que limita el mundo por sexos.

Y esa libertad corporal plena se transmite sobre un escenario en el que, con la música en directo de Francisco Vinuesa, encargado del toque para el cante de David Carpio y Antonio Campos, violín de Víctor Guadiana y percusión de Kike Terrón, hubo momentos para la sensualidad, el desborde, la tensión, la introspección y hasta la guasa, como en ese divertido duelo a lo ‘batalla de gallos’ de dos goyescas.

Manuel Betanzos, Jonatán Miro, Hugo López, Miguel Heredia, Víctor Martín y Daniel Ramos, estos dos últimos cedidos por el Ballet Nacional de España, se convirtieron en su ‘Natalia’, ‘Diana’, ‘Miriam’ o el nombre que imaginen particular. Sacaron el lado femenino para, desde la ensoñación del juego que nadie comprendería, ser felices por bulerías, por seguiriyas, con romances y coplas, con tangos y jaleos.

Un ejercicio liberador que concluyó con la progresiva desnudez hasta retomar la figura masculina, hasta desmaquillarse y quitarse peluca y pendientes delante del público, ya emocionado, mientras de la penumbra de la escena se iluminan los trajes de mujer que formaron parte del sueño, encendiendo el reconocimiento de los asistentes en un montaje tan valiente como arrollador.

Manuel Liñán no es sólo bailaor sino también coreógrafo y director. Es invitado en numerosas ocasiones para coreografiar espectáculos por compañías como el Ballet Nacional de España, Rafaela Carrasco, Teresa Nieto y el Nuevo Ballet Español. Bajo estas premisas surge ‘Rew’ con Daniel Doña, un proyecto que le permite desarrollar un trabajo de coreografía y dirección conjunta.

En 2008 comienza su andadura en solitario estrenándose con Tauro. Más tarde continúa con Mundo y Aparte y Sinergia, espectáculos con los que tuvo la oportunidad de recorrer numerosos festivales de prestigio como el Festival de Jerez, que le valió el premio bailarín revelación 2012. Un año más tarde le es concedido el Premio Max de las Artes Escénicas como mejor intérprete de danza masculino y el Premio de la crítica Flamenco Hoy como mejor bailaor.

En 2014 estrena Nómada en el marco del Festival de Jerez, espectáculo de gran formato donde pone de manifiesto sus dotes como bailarín y coreógrafo extraordinario. Gira con este espectáculo en los mejores Festivales del mundo. En 2016 presenta su último trabajo Reversible ganando el premio de la Crítica del Festival de Jerez y ha pasado por los mejores Festivales especializados como por ejemplo: Festival de Nimes, Bienal de Holanda y Flamenco Festival London.

En 2018 presenta Baile de autor, una propuesta íntima que estrena en el Teatro Villamarta, dentro del Festival de Jerez. Este espectáculo continúa en gira nacional e internacional.