Cultura

El almeriense Francisco Torres Jerez el próximo día 20 torea en Las Ventas

  • "Es injusto no estar anunciado en San Isidro. Mi lucha por la puerta grande y el esperado triunfo en la previa, debe ser motivo para que se me tenga en cuenta"

El pasado 27 le cayeron treinta primaveras. A su espalda tres años de alternativa, cinco años de duro y sacrificado bagaje como novillero, un capote de paseo en su tierra y un cartel de respeto en la plaza más importante del mundo. Las Ventas, pese a no haber tenido éxito de puerta grande, lo espera afirmando su toreo de verticalidad, muleta plana en los cites, cruce en el terreno del toro, mano baja y templada muy del gusto de la afición y crítica que marca el recorrido de un torero. Pese a todo ello, con sabor agridulce, a la falta de conocer paseíllo en la Maestranza sevillana, no se encuentra el nombre de Francisco Torres Jerez en el ciclo más importante, el de San Isidro. Aunque oportunidad tiene, ya que fuera de abono, el próximo día 20 tiene cita en la calle de Alcalá para enfrentarse a una previsible difícil corrida de Julio de la Puerta. Por ello está embebido en mentalizarse y entrenar en el campo ganadero, ora la zona de mediodía, otrora la de Salamanca.

Se desplaza desde Osuna para encontrarnos, con el sabio Pacorro Bernabeu también, buscando un hueco imposible. Se muestra semicontento, con el rostro curtido por los aires de los tentaderos. Nos cuenta que los ganaderos se manifiestan muy satisfechos por la manera de resolver con los trastos y la decepción de tenerse que jugar una posible sustitución en una sola tarde. Los motivos de los fallos ante esta circunstancia nadie a ciencia cierta los concreta; quizá sea un cúmulo que, por especulaciones, nos pide guardarlas en reserva. Nuestra cita en el Club de Mar se nutre de un merecido homenaje culinario que da lugar al relajo de unas respuestas sinceras.

Recuerda que "empecé a torear en serio a partir de los diecisiete años. En la Escuela de Tauromaquia a los diez como un juego de niños. Debuté en Albox. No tengo antecedentes más allá de que mi padre es aficionado. Se dio la circunstancia de que Juan Antonio Martín es vecino de casa. Por mi madre me entero que enseña a torear y me voy con el a aprender. Es mi padre taurino, como el de casi todos los toreros almerienses hoy en activo, ayudándome mucho dentro de las posibilidades aunque no había apoyos. Posteriormente la escuela se institucionaliza con al creación del Patronato Municipal Taurino entrando otra gente a llevar sus designios, haciéndose 15 ó 20 novilladas" Analizamos la situación actual de la escuela, algunos pensamos que catastrófica, de cuyo análisis Torres Jerez da un pase: "No se decirte como va. Estoy fuera".

Y con este quiebro cambiamos de tercio y nos vamos a Madrid. "Es mi plaza desde que llegue de novillero. Uno necesita titularse en Madrid" Y le pongo sobre la mesa una serie de nombres. Hablador de Bucaré: "el día de mi presentación en Madrid el 13 de agosto de 2005 como novillero, le corté una oreja de mucho mérito. Era cárdeno, el quinto, fue muy fijo y noble. Un santacoloma típico que daba espectáculo" Le interrumpo y le leo las crónicas "lanceó a la verónica como ya va siendo difícil ver, sin descargar la suerte, echándose encima del novillo y templando en toda la duración del lance. Muleta en mano, toreó con sentido, con poder y arte….con rodaje y oportunidades, podría estar entre lo primeros…" Me mira y sonríe, "y esto a una semana de mi alternativa, ha sido clave para los comienzos de mi carrera".

Listón de la ganadería de Toros de Cortés: "típico de menos a más por su origen de Atanasio. Muy parado en capote. Distraído con mucha transmisión por la mano izquierda". De nuevo le recuerdo las críticas; "con extraordinario concepto del toreo, con mucha hondura" Y el aludido recuerda el cartel, "compañeros que no convencieron y tienen todas la bendiciones empresariales para ser anunciados en San Isidro". Y el Almeriense resopla. Le cito ahora a Navajero de Zalduendo: "Ese fue el del capote de paseo. Ya somos tres los almerienses que lo hemos conseguido. Le corté las dos orejas el 22 de agosto de 2006" Estos tres nombres dan lugar a hablar de tres encastes distintos: Santa Coloma, Atanasio y Domecq. Todos de máxima referencia de la sangre de la cañada brava, y con todos ellos ha triunfado Torres Jerez. "No tengo preferencia especial por alguna. Lo que me importa es que el toro embista y trasmita emoción. El resto depende de los que nos ponemos delante. Fíjate que el encaste santacoloma me ha dado lo máximo en sangre y triunfo. Mi primera y única cornada en Roquetas de Mar y el triunfo del que hablamos en Madrid. Es importante tener claro las características de cada encaste y el momento de la ganadería. Con ello me hago un esquema y en el ruedo analizo".

Y de nuevo recuerda el capote con la Virgen del Mar. "Pese a tener muchos trofeos como novillero, este es el más importante. Lo recogí en unas condiciones horrorosas después de la cogida en el campo matando un toro a puerta cerrada.

A la feria de Almería le damos en la tierra menos importancia de la que tiene fuera pues es reconocida como de las más importantes. El capote lo han conseguido las máximas figuras y todos están encantados". Le pregunto si le emociona, y me reconoce que "me emociona más el recuerdo de las orejas de Madrid, aunque el capote es una obsesión conseguida y que tengo ansias por volver a ganarlo. Almería pesa mucho".

Surge el tema escabroso de los apoderamientos, ya se sabe, vital para un torero con independencia de que se tenga que justificar en la plaza. "Creo que me ha perjudicado el cambio de apoderados. Y creo que no me he equivocado, si engañado el año pasado. Vengo en esta vida de nuevo y con buena fe.

El apoderado anterior me vio en la tarde del triunfo con Zalduendo en Almería. Y la cosa no ha funcionado como es sabido" Hablamos de los carteles de Madrid y, aunque hoy ya son definitivos y se han dado a conocer, Torres Jerez esperaba cambios y que lo tuviesen en cuenta con las modificaciones provocadas a última hora con el cierre de negociaciones con José Tomás. Siempre quedan las sustituciones.

Se considera "familiar, humilde con debilidad por sus padres, queriendo compartir todo lo que le da el toreo. Soy de mi casa y mi familia". Y le preguntamos por sus sueños. Y piensa mirando al infinito. Dice titubeando "sueño con un huerto grande para toda la familia. Vivir bien a todo el mundo le gusta. Aunque no están a la espera de que yo triunfe para que solucione sus vidas, somos una familia muy unida. Todos los días nos vemos. En casa se reparte compartiéndolo todo"

Le pido que haga autocrítica. "Aunque el toreo necesita de conocimiento, soy una persona que no se engañar, se me notaría demasiado. Creo en la sinceridad y que el público enseguida la capta. El cinismo en el ruedo es despreciable. Ahora tengo más oficio, me sirven más cosas, disfruto mucho más. Estoy haciendo ahora más campo que nunca, y estoy muy ilusionado. Siempre ha sido un defecto la espada en mi tauromaquia. Pero creo que lo estoy solucionando. En el toreo, como en la vida, el aprendizaje es constante".

Con secuelas de aquel golpe en la cara por la cogida en el campo, con dificultades para respirar y articular palabra, con un dolor permanente a la espera de ser operado de nuevo el tabique, aplazado hasta que termine la temporada, con las mira puesta en el próximo 20 de abril en su nuevo encuentro con Las Ventas. Ayer sábado mató tres toros a puerta cerrada en la finca donde fue cogido, y cuentan que ha estado superior con un extraordinario Sepúlveda. Y los sueños con la puerta grande de la calle Alcalá en aumento.

Sabedor que la cita es importante, que cada tarde se tiene que justificar al no sobrar contratos, que cada día es un escalón más y que cada vez se le va a exigir con mayor rigor y con la lupa puesta en sus defectos, reconoce que los apoyos en su tierra son innegables y que nadie duda de sus posibilidades. Se desborda cuando tratamos este asunto, "no se como agradecer a tanta gente con la intensidad que me sigue por los desplazamientos que hacen allá donde me anuncian.

No se desprende de su boca el nombre de Juan. Ya se sabe, Juan Carreño "Oselito". Es quien le ha hecho torero, el que le ayuda en estos momentos, el que está a su lado y trata de cuidar todos los detalles de su vida torera.

No es fácil nada de ello. Todo debe ser una conjunción de saber, momento, capacidad, tiempo, crítica, compañías, y, sobre todo ¡SUERTE!. En principio para el día en Madrid.

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