Hay títulos que marcan un antes y un después en su género. Son videojuegos que sientan las bases sobre las que muchos otros terminarán inspirándose. Rara vez esos privilegiados suelen ser iteraciones de sus originales pero de vez en cuando ocurre como es el caso de Xenoblade Chronicles 3, la nueva entrega de una de las sagas de rol más aclamadas por la crítica, que se lanzó hace unas semanas en exclusiva para Nintendo Switch y que ha supuesto la consagración de una idea alcanzando cotas de jugabilidad, diseño artístico, narrativa y apartado visual sin precedentes para la pequeña híbrida de la gran N.

En esta nueva aventura se cuenta una epopeya con la vida como tema troncal y supone una puerta de entrada ideal para estrenarse en una saga de RPG que envuelve por sus personajes dinámicos, su rica narrativa y su escala épica.

La pregunta es clara: ¿tienes por delante unas merecidas vacaciones? Porque si es así ya tienes el divertimento perfecto para quemar las decenas y decenas de horas que necesitarás para recorrer Aionios, el mundo en Xenoblade Chronicles 3 y que sirve como escenario para un conflicto sin fin entre dos naciones enfrentadas: Keves y Agnus. Un encuentro fortuito hace que seis soldados de ambas naciones dejen sus diferencias atrás para hacer frente a un mal aun mayor que el de la propia guerra incesante. Noah y Mio, dos Eximios que ayudan a despedir con solemnidad a los caídos en este eterno duelo, se unirán a sus amigos y viajarán por épicos paisajes, se enfrentarán a criaturas feroces y lucharán por romper el ciclo sin fin de violencia que ata a sus naciones.

Los combates son muy divertidos y frenéticos.

Como en los juegos anteriores de la saga Xenoblade Chronicles, las batallas comienzan al acercarse a los enemigos directamente en campo abierto, en tiempo real y sin esperas. Se controla al grupo de seis de Noah y sus aliados, y a lo largo de la aventura se encontrarán con más personajes que pueden unirse al equipo como personajes de apoyo llamados Héroes. Cada luchador tiene su rol en batalla (atacantes, guardianes o sanadores), y pueden desatar poderosas técnicas llamadas Artes con las que lograr la victoria. Además, cada pareja de personajes puede utilizar el sistema de Vínculo para fusionarse en una poderosa forma gigante llamada Uróboros.

Lo mejor es que, pese a que pueda sonar complicado, manejar a los personajes y gestionar los enfrentamientos entre una nube de números no es una tarea compleja y sí altamente adictiva.

Además, la empatía que se genera con los personajes es tan intensa que verles sufrir o superar sus miedos y retos genera un aluvión de emociones y de vínculos que solo los videojuegos son capaces de transmitir.

El tamaño de algunos jefes es demencial. Algo acorde a la escala épica del juego.

Llegados a este punto, es difícil ponerle un pero a un juego que a poco que te guste la gestión de un grupo de personajes con combates en tiempo rea y una historia que atrae es ya de notable alto. Pero su intensidad, su capacidad de sorprender, de mantener el pulso y, sobre todo, de divertir, lo encumbran al Olimpo de los elegidos. Y no, no es descabellado que pueda convertirse en GOTY (mejor juego del Año). Elden Ring ya tiene un digno contendiente. Y eso es mucho decir.

Hemos podido analizar Xenoblade Chronicles 3 gracias a una clave digital que nos ha enviado Nintendo España.