Cultura

Una despedida con marcha atrás

Grabaron su primer disco en 1992 bautizados con un nombre que escogieron al azar por sus similitudes melódicas con los baladistas italianos. Así nació Malizzia Malizzia, formación integrada por María José Montaño y Manolo Pruaño que, enseguida, encontró el apoyo popular gracias, entre otros logros, al primer premio que ambos lograron en 1996 en el desaparecido Festival de Benidorm. Y no puedo más fue la llave que le abrió entonces las puertas de un camino de esperanzas donde, como en todo, ha habido momentos buenos y otros que no lo han sido tanto. "Existe mucha vulgaridad en el mundo del espectáculo y de los medios de comunicación", declara Montaño algo desengañada del trato recibido desde algunas plataformas. "Se prefiere a alguien que no valga un pimiento pero que tenga nombre antes que a profesionales que apuesten por la calidad. Hoy no sirve hacer buena música. La cosa va por modas".

No obstante, los numerosos títulos creados por esta sevillana -y su compañero de viaje-, han resistido bastante bien el paso del tiempo y, esta recopilación de diez temas que acaban de publicar, llamada Quedan diez minutos, es la mejor prueba de ello. Así, composiciones conocidas como La Dolores o Pedro y Carlos se alternan con tres cortes inéditos -entre los que se incluye, Sólo por ti, el primer single- con los que, de nuevo, María José parece haber hallado la ilusión por seguir adelante. "Este trabajo aparece en una etapa entre eufórica y, al ver que se te cierran algunas puertas, decepcionada. Va por días", reconoce la artista apuntando al final hacia un balance muy positivo. "He hecho lo que he querido y he podido dedicarme a esto. Llevo 20 años aquí, con lo que creo que no tengo que demostrar nada a los que desconocen o intentan poner en duda mi trayectoria".

En cuanto a las sorpresas que este álbum le está deparando a su responsable se encuentra la respuesta de un público que, fiel a su estilo, le sigue incondicionalmente proporcionándole multitud de cariñosas anécdotas. "Es una de las razones por las que merece la pena haber llegado hasta este punto", reflexiona agradecida nuestra protagonista. "En Canarias, por ejemplo, hemos descubierto una pareja de chicos que nos confesaron lo importante que ha sido en su historia personal una de nuestras canciones".

Y pensando en futuro -con la incógnita de lo que en él sucederá-, la entrevistada reconoce que, el maltrato físico y el de los animales, son dos cuestiones a las que le apetecería dedicar algo de su obra. "He hablado de muchos asuntos", recuerda la intérprete. Desde la droga a la homosexualidad pasando, por supuesto, por el amor y el desamor". Por eso, cada vez que anuncia que, apenas le queda el tiempo de un café para marcharse, muchas son las voces que recuerdan a Malizzia Malizzia el mítico pensamiento que, para la posteridad de este complejo país donde vivimos, dejó el Nobel Camilo José Cela. Él, como pocos, sabía que, quien en España resiste, gana.

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