úbeda es conocida internacionalmente por su riquísimo patrimonio arquitectónico. Por tal motivo ha sido declarada "Conjunto Histórico-Artístico" por el Estado Español, "Ciudad Ejemplar del Renacimiento" por el Consejo de Europa y "Patrimonio de la Humanidad!" por la Unesco. Pero durante esta semana se ha convertido en la capital mundial de la Novela Histórica a través de su Certamen Internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, con un conjunto de actividades donde la literatura y la historia caminan juntas para deleite de los amantes de ambas disciplinas.

El motivo principal del evento es el premio a la mejor novela histórica inédita presentada al Certamen, aunque hace tres años se amplió con el Premio "Cerros de Úbeda" a la novela histórica publicada durante el año anterior y este año se ha completado con el Premio "Ivanhoe" a la trayectoria de un escritor en este género. Con estos argumentos Úbeda acoge una pléyade espectacular de escritores para presentar y firmar sus últimos libros.

Así, este año asisten: Fernando Martínez Laínez, Álvaro Urbina, Francisco Narla, Sebastián Roa, Jorge Mollist, Isabel San Sebastián, Jesús Maeso, Antonio Pérez Henares, Olalla García, Agustín Tejada y Manuel Martínez; además de los premiados José Calvo Poyato -Cerros de Úbeda- por su obra "El espía del rey", Marcelino Santiago -Certamen Internacional- por "In Civitate regia" y Jesús Maeso de la Torre -Ivanhoe-.

Pero junto con las presentaciones de libros, Úbeda ha sabido crecer en protagonismo, mediante conferencias por historiadores de prestigio y la organización de talleres de recreaciones históricas que le han llevado a ser invitados a eventos internacionales, como los organizados por el Centenario de la I Guerra Mundial. Este año serán dos los motivos históricos de las recreaciones: la Primera Guerra Mundial y la obtención del sufragio femenino en el Reino Unido. Para ello se realizarán reconstrucciones históricas dedicadas a las "sufragistas", mediante escenificaciones de manifestaciones, discursos o detenciones por parte de la policía de la época.

Y de las obras premiadas a lo largo de las siete ediciones destacar entre las inéditas: "El último invierno" de Raúl Montilla o "Banderizos" de José Manuel Aparicio; y entre las ya consagradas "Felipe" de Javier Olivares, "Las cadenas de destino" de Sebastián Roa o "El espía del rey" de Calvo Poyatos, estas dos últimas ya comentadas en este "Diario de los Libros".

La lectura, sin duda, provoca una enorme satisfacción personal y también es una manifestación del nivel cultural de cada individuo y de una sociedad; pero igualmente puede ser, convenientemente gestionada, una atracción más de una población que apueste decididamente por la literatura.

Muchas ciudades tienen ya jornadas literarias consolidadas y con gran prestigio: Barcelona, Gijón, Getafe o Cuenca (Casas ahorcadas) con sus Semanas Negras, Cartagena, Zaragoza, Santander, la reseñada Úbeda...

Excusas perfectas para disfrutar en torno al gran placer de leer, que además actúa como un recurso turístico poco explotado y que puede posicionar el nombre de la población en el estatus de ciudad con cultura, y eso ya es mucho para el tiempo banal que nos ha tocado vivir.