Cultura

El cante flamenco hecho por Aurora Vargas llena de arte el Teatro Apolo

  • La conferencia dedicada a la mujer en el cante la hizo la expresidenta de El Taranto, Lola Benavides

El Teatro Apolo de Almería volvió a ser el centro neurálgico del flamenco más puro año gracias a la segunda cita del X Ciclo Municipal de Divulgación del Flamenco que organizan, de forma conjunta, el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería junto con la Peña El Taranto'. En esta ocasión, la conferencia y posterior recital, estuvo dedicada a la mujer y a su papel en el cante y el baile flamenco. La encargada de presentar el evento, fue la expresidente de la Peña El Taranto, Lola Benavides.

Este ciclo, que nació con el objetivo de dar a conocer las raíces del flamenco a los almerienses, tuvo como protagonistas en esta ocasión a la cantaora y bailaora Aurora Vargas y al guitarrista Manuel Valencia, que relevó al artista previsto en cartel, Diego Amaya. Vargas y Valencia, dos figuras con peso propio en el panorama del flamenco nacional, enseñaron, mediante una puesta en escena novedosa y diferente, quiénes fueron las mujeres más importantes de la época dentro del flamenco, acercando a todos los asistentes, los entresijos de un arte declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Lola Benavides sacó a relucir nombres históricos, con esencia femenina, dentro del flamenco como Anilla la de Ronda, la Antequerana, Matilde Coral, la Yerbabuena, La Sereneta, la Trini, Pastora Pavón o la Niña de los Peines, considerada como la mejor cantaora y bailaora de los tiempos.

Un elenco, del que Aurora Vargas dio buena cuenta, interpretando algunos de los temas con los que se hicieron famosas y demostrando, que ella misma tiene también grandes dotes como bailaora, deleitando a los asistentes con un muestra de sus mejores "pataillas".

Asimismo, durante la charla también se habló acerca de cómo las mujeres tuvieron que luchar también por un puesto dentro de las peñas y se puso como ejemplo a la Peña Flamenca de Huelva que, fundada en 1972, no permitía el acceso a las mujeres. Por eso, fueron ellas mismas las que fundaron su propia peña en la que, a diferencia a la de los hombres, sí permitían la presencia masculina. Y es que también hubo tiempo para la historia en este recital en el que también se recordó cómo en la Peña El Taranto, en sus inicios sólo tenía socios varones, aunque luego se abrió a las mujeres.

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