Cultura

"Los gestores culturales creamos valor social y valor económico"

  • El responsable del Congreso de Gestores recalca la hospitalidad de El Ejido

Doctor en Filología Hispánica en Ciencias del Espectáculo por la Universidad de Sevilla, docente de los Masters de Gestión Cultural de las Universidades de Granada y de Sevilla. Autor de diversos libros sobre cine y teatro, y ensayos sobre políticas culturales y gestión cultural.

- ¿Qué significa para la profesión este Congreso de Gestión Cultural?

- Significa que el sector está maduro para abordar los retos que tenemos en estos momentos, como son la implantación de una formación universitaria reglada en gestión cultural, la regulación laboral y empresarial, y la contribución de la Gestión Cultural a una sociedad mejor basada en un desarrollo sostenible y en el máximo apoyo a la libertad creativa y a la diversidad. Del largo debate interno sobre nuestra profesión se ha de pasar al compromiso de nuestra profesión con la sociedad, a la definición de nuestro papel para un desarrollo cultural y humano en Europa.

- ¿Las miradas entonces están puestas en Europa?

- Ahora la Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales está trabajando sobre la Agenda europea de la cultura en un mundo en vías de globalización, poniendo el énfasis en la cultura como instrumento estratégico para resolver conflictos y cohesionar la sociedad, en el impulso de la diversidad cultural y a las industrias culturales, y en la contribución de las organizaciones profesionales de la cultura. Para ello es preciso dar pasos en la creación de una organización europea de gestores culturales.

- ¿Qué posición ocupa Andalucía?

- Hay que reconocer que Andalucía ocupa un lugar principal. Este Congreso se está realizando en El Ejido, porque muchos congresistas son andaluces y porque el respaldo institucional y del sector procede mayoritariamente de Andalucía. Desde septiembre de 2008, la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía (GECA) presidente la Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales. La gestión cultural andaluza esta ofreciendo una forma de trabajar basada en un compromiso constante con las instituciones y con los creadores, con las empresas culturales y con los profesionales.

- ¿Cree que los artistas deben acudir a este tipo de foros?

- Sí. En el congreso de Toledo, primera parte del de El Ejido, se proclamó la alianza entre el sector profesional de la cultura y los poderes públicos, entre el sector público y el sector privado, y entre los gestores culturales y los creadores. La materia prima de nuestra profesión y el fin último que nos justifica es el trabajo de los creadores. Toda conversación cultural, en el plano que sea, debe incluir a la instancia creativa. Con la presencia de artistas en el Congreso podremos contar con su criterio y compromiso en un desafío común. Queremos un emplazamiento colectivo para dar una respuesta colectiva e integradora, con sus convergencias y sus divergencias.

- ¿Qué líneas deberían seguir las nuevas políticas culturales del siglo XXI en la Unión Europea?

- A los paradigmas de la democratización de la cultura y la democracia cultural se ha sumado el paradigma de la diversidad cultural. Hay, claramente, una voluntad de sentido de lo humano en el terreno de las diferentes culturas. Dicha voluntad de sentido prevalece sobre cualquier otra consideración, frente a la barbarie y a la sinrazón que asuela grandes regiones de planeta. A estos paradigmas se les ha dotado de políticas y planes que han dado mucho de sí, pero que aun no han servido para alcanzar el nivel de prioridad política deseable y necesario.

- Su labor cada vez tiene más reconocimiento.

- Los gestores culturales en el sector público y en el privado, desde las instituciones públicas y desde las industrias y empresas culturales, creamos valor social y valor económico. Queremos también crear valor estructural, desde la escuela hasta los centros de proximidad donde desarrollan su actividad los diferentes segmentos sociales, desde la propia cultura y las artes hasta cualquier espacio cívico como hospitales, centros docentes, medios de comunicación, palacios de justicia. Esto implica la existencia de una transversalidad operativa en el pensar y en el hacer. E implica, además, como se afirma en el Plan Estratégico para la Cultura en Andalucía (PECA), la institucionalización de la cultura como derecho y como recurso. Por lo demás, deben ser muchas, muchas personas muchas instituciones, y muchas empresas, las que aporten esas nuevas pautas, o mejor dicho quizá, las que pongan sobre la mesa una orientación para elaborar dichas pautas innovadoras para la política y gestión culturales.

- ¿Qué diferencia a este Congreso de los encuentros realizados en España hasta la fecha?

- Aunque hemos puesto empeño en darle originalidad y creatividad, deseo que la diferencia se manifieste en el sector especialmente tras el Congreso. Es diferente, por incluir la creatividad y la participación previa a la celebración del propio evento. También presenta públicamente una hoja de ruta por parte de un sector profesional que todavía está por consolidar estratégica y estructuralmente y luego hay que destacar el esfuerzo que ha significado desde el sector profesional lograr, tras tantos años de travesía por la incertidumbre, un paso de gigante en el esclarecimiento de nuestro oficio, de sus compromisos con la sociedad y de su ya imparable cabalgada hacia los nuevos desafíos de la cultura.

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