El fotógrafo almeriense inaugura mañana viernes, a las 20:00 horas una exposición en el Centro Andaluz de la Fotografía. La propia consejera de Cultura, Rosa Torres asistirá a la inauguración de esta muestra que lleva por título 'Al fin y al Cabo', donde reúne imágenes que se centran en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Se ha editado un gran catálogo donde las fotografías van acompañadas de poemas.

- El CAF realiza una gran apuesta por su obra fotográfica con esta muestra. ¿Qué ha reunido en esta exposición que se inaugura el viernes?

- El Parque Natural es de una belleza indescriptible y como no se puede demostrar admiración por la naturaleza sin decir una tontería, hay que huir de convencionalismos al uso, y no caer en reproducir las excelencias de su entorno, sino captarlo con voz personal. Por esta circunstancia he tratado de crear imágenes como símbolos de su paisaje, arquitectura, gentes, cielo y mar y vestigios de aquellos que, al pasar de los años, hemos tenido el privilegio de vivirlo.

- La colección reúne una obra caracterizada por los colores vivos e intensos y una luz magistral. ¿El éxito de la muestra pueda radicar en estas dos componentes?

- La luz y el color son para mi fundamentales. La luz del sol está presente en la mayoría de mis fotografías como fuente de vida. La mayoría de mis fotografías están realizadas al mediodía, cuando los fotógrafos se esconden, para surgir al filo de la mañana o del atardecer, y sin embargo, mis trabajos están realizados con una luz cenital, intensa y devoradora.

- Hay fotografías de distintas etapas en torno siempre al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Usted ha sido siempre un defensor de este espacio y un enamorado de sus rincones.

- No he realizado un reportaje de encargo en tiempo determinado. Las imágenes son fragmentos de provocaciones visuales que he tenido a lo largo de un paseo, enamorado del Parque, en distintas etapas de mi vida.

- ¿Fotográficamente se le puede sacar mucho más partido a este espacio que tan visitado es por artistas y creadores tanto nacionales como extranjeros?

- Como decía anteriormente la belleza llega a ser un estorbo y puede anular tu personalidad, pues te limita a reproducir lo que te ha emocionado y te olvidas de transformarlo, que es la labor del artista.

- Es obvio que cuando se observan sus fotografías, rápidamente se piensa que son de Pérez Siquier. Tienen como una marca que las distingue. ¿Eso imagino que gusta?

- He procurado crear un lenguaje propio, inteligible, basado en una economía de medios, un enorme respeto al color natural, un equilibrio de formas, todo lo que hace que mis imágenes te llegan en solo un golpe de vista, directamente, sin otras historias que puedan hacer dormir el cerebro o el corazón.

- También es curioso que con tantas exposiciones que lleva realizadas, y sin embargo, La Chanca como exposición nunca se ha hecho. ¿Le gustaría desempolvar los negativos y sacar más imágenes del barrio almeriense?

- Creo que La Chanca ha sido muy bien reproducida en libros en su primera y segunda edición con el texto de Juan Goytisolo. No ha llegado a exponerse en su totalidad ni evidentemente hay paisajes y personajes inéditos.

- Usted dejó la banca, compró su libertad y se dedicó de lleno a la fotografía. ¿Es la mejor decisión que ha tomado en su vida?

- Creo que no hay nada mejor en la vida profesional de uno que conseguir convertir el trabajo en diversión, en realización personal. Fue una decisión que dio sentido a mi vida, como saber elegir a mi mujer.

- Alguna vez se ha imaginado que no se hubiera dedicado a la fotografía. ¿Qué le hubiera gustado ser?

- Descubridor.

- ¿Qué encontró en su día en la fotografía para que se enamorara de ella con esa fuerza tan intensa?

- Le he sido más fiel a la fotografía que a un ser humano y nunca me defraudó. Me ha hecho descubrir mundos ocultos a los que antes mi mirada no alcanzaba.

- Usted es una pieza clave para entender la fotografía de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, normalmente vive en Almería y no le da tanta importancia a todo lo que ha conseguido hasta ahora.

- Desde Almería se puede llegar al mundo, pues el mundo está en todas las cosas y en nosotros mismos. No es necesario viajar, sino saber mirar, no le doy ni importancia a lo conseguido porque llegar a las alturas es demasiado aburrido y cada vez te das mas cuenta de lo que aún no conoces.