Padules volvió ayer por unas horas al siglo XVI con la Recreación de la Paz de las Alpujarras. Se inició la jornada con un pasacalles por parte de las tropas cristianas, comandadas por Don Juan de Austria que recorrieron las calles principales de Padules.

Si el año pasado la Recreación se llevó a cabo en el paraje del Tajo de los Baños, en esta edición se decidió ubicar el campamento de soldados y el mercado de oficios y muestras de la época en las calles céntricas de Padules. Juan de Austria, junto a los duques y demás autoridades que formaban la comitiva visitaron cada uno de los puestos que en el lugar estaban instalados como panadería, sastrería, corrales para el ganado, forja, taller de cuero, etc.

Durante toda la mañana se llevó a cabo la Jornada de Historia en vivo en las calles Real, Rosario y en la Plaza del Pan. Otro de los actos que más publico aglutinó fue la Trifulca que se produjo en un mesón del siglo XVI durante la celebración de una partida de cartas.

Después de disfrutar de la Vida Cotidiana de esta parte de la Historia los asistentes pudieron disfrutar de la cocina del siglo XVI en los restaurantes y bares del municipio. Los menús elaborados fueron muy variados en los platos principales así como en los postres. Otra de las actividades novedosas de Recreación de la Paz de las Alpujarras fue el taller celebrado ayer por la tarde para aprender a ordeñar.

Antonio Martín, policía local de Padules, era ayer un miembro de la tropa morisca y estaba cocinando carne con ajos. Muy cerca, Antonio López, Pepe Mata, Adolfo Romero y Manuel Bueno hacían una colmena antigua con carrizo. Begoña Cabeza regenta la panadería de Padules donde el pan se hace con leña se mostraba muy contenta de ver tanta afluencia de público al municipio.

Isabel Granados, Marisa Notario, Ángeles Barea, Mariana Castro, Amparo Lorden y Montserrat Rubio forman parte del Taller de Costura de Padules donde se han confeccionado todos los trajes que aparecen en la Recreación. Y uno de los grandes protagonistas de la jornada es Antonio Gutiérrez, alcalde de Padules, que participa activamente en todo.

Al caer el sol sonaban los tambores que anunciaban al fin el encuentro de las tropas moriscas y cristianas en el centro del pueblo, en la plaza junto a la Iglesia. Unas mil personas estaban ansiosas de presenciar este histórico encuentro que por tercera vez iba a recrear la firma de La Paz de las Alpujarras en Padules.

En primer lugar accedieron al lugar las tropas cristianas con Don Juan de Austria en cabeza. Tras una danza de espadas dio comienzo el acto de encuentro de las tropas. Llegaron los moriscos, previo anuncio del capitán cristiano, y tras una magistral interpretación de los actores (Juan de Austria y el capitán morisco Al Habaquí) en que se sientan las bases de la futura convivencia entre ambas civilizaciones, el capitán moro y sus súbitos entregan la bandera, las armas y sellan La Paz de las Alpujarras. Todo ello con gran redoble de tambores y estruendo de campanas del lugar.

Terminado el acto principal desfilaron las tropas hacia la plaza donde se ubica La Cruz que indica el lugar en que Juan de Austria y sus soldados acamparon durante 19 días en mayo de 1570, previos a la firma de la Paz.