Su vida cambió desde que, el pasado 8 de junio, vino al mundo su pequeño Gabriel, fruto de la relación que mantiene con el futbolista, Mikel Arteta. Una noticia que alteró los planes de boda que se había marcado junto a su novio y que, no obstante, no ha venido sino a incrementar el amor que ambos se profesan. Instalada en Liverpool -puesto que allí es donde se encuentra destinado Arteta-, Lorena Bernal no deja de visitar nuestro país aprovechando actos como la inauguración de la nueva tienda de Rosa Clará en Lleida donde la modelo ha vuelto a vestirse de blanco mucho antes de pisar ella misma el altar…

-¿Es cierto que los recién nacidos cambian tanto la vida como suele afirmarse?

-Hombre, los primeros meses, sí. Pasas las 24 horas dedicadas al niño. Comidas, dormir… Adaptarse poco a poco. Luego se va regularizando todo. Eso sí, se modifica la forma de pensar. Mi prioridad absoluta ahora es mi bebé. Desde que lo tuve he estado de baja maternal y disfrutando con mi familia.

-¿Qué tal es Gabriel? ¿Se porta bien?

-Mucho. Duerme fenomenal, come bien, se ríe mucho… ¡Qué voy a decirte yo! Al principio fue más duro pero me adapté. A pesar de que tengo ayuda en casa, quiero encargarme al cien por cien de él.

-¿Y usted? ¿Ha sufrido la famosa depresión postparto?

-(Risas) No… Estoy feliz desde el primer día. Me siento muy cómoda como madre, muy contenta y disfrutando plenamente de la experiencia.

-Por lo que cuenta, con ganas de repetir, ¿no?

-Sí, sí, claro. No sé cuándo pero sí que quiero volver a ser mamá.

-¿Cuál es el 'pan debajo del brazo' con el que ha venido su hijo?

-¡Él mismo, que es un cacho de pan! (risas).

-Siendo modelo -e igual que sí le sucede a algunas compañeras suyas-, ¿le preocupa que el parto incida en su aspecto?

-La verdad es que no. El físico obedece a lo que hagas. Durante el embarazo no lo puedes controlar. A mí me dio igual engordar más o menos pues, con dieta y ejercicio, me recuperaré de nuevo. Por suerte, no vivo del cuerpo. Además, soy joven y la genética ayuda.

-¿Se considera disciplinada a la hora de cuidarse a sí misma?

-Para nada. La palabra "disciplina" no encaja conmigo aunque, si me propongo algo, lo consigo.

-Lo que sí se han trastocado sus planes de matrimonio, ¿verdad?

-La boda se ha pospuesto para el verano que viene porque, con esto del niño… De todos modos, tengo claro que será Rosa Clará la diseñadora de mi traje. La conozco desde hace tiempo y me gusta mucho cómo lo hace.

-¿Qué planes profesionales tiene? ¿Algún proyecto concreto?

-No. Hasta finales de año me lo voy a tomar con mucha tranquilidad y, a partir de Enero, decidiré con qué y cómo vuelvo.