Cultura

El pueblo de Chirivel se vuelca con su poeta

  • El municipio acogió la presentación del libro que recopila toda su poesía · Fue un acto ante todo emotivo y entrañable

Como si del poema llamado 'La palabra' de Julio Alfredo Egea se tratara, el acto celebrado la noche del martes en Chirivel, su pueblo natal, para la presentación del libro 'Poesía completa. Julio Alfredo Egea', se podría resumir en varias palabras, cariño, amistad, complicidad, excelencia, reconocimiento y bondad. Cariño y amistad la que vecinos, familiares y compañeros del mundo de la literatura le mostraron durante toda la noche al poeta en todas y cada una de la intervenciones que tuvieron lugar durante el acto. Complicidad la de todas las miradas que se cruzaban con la de Julio Alfredo Egea que mostraba como siempre su gran humildad ante todos los halagos recibidos. Excelencia, la de cada uno de los versos de su poesía, recopilada ahora en estos dos ejemplares editados por el Instituto de Estudios Almerienses (IEA), versos que anoche fueron leídos por algunos poetas, escritores y por el propio autor de los mismos. Reconocimiento merecido, el que las autoridades municipales y provinciales le hicieron a Julio Alfredo Egea con sus palabras. Por último, bondad, la que derrama siempre su persona.

Una plaza que en su pueblo lleva su nombre y que anoche se quedó pequeña para acoger a todo el público que quiso estar presente en la celebración del acto de presentación de su poesía completa, en el que participaron el alcalde de Chirivel, Cristóbal Aránega, la vicepresidenta segunda y diputada de Igualdad y Juventud, Emma Sola, el director del Instituto de Estudios Almerienses, Miguel Naveros, Francisco Jiménez, autor del estudio preliminar de la obra, y José Domingo Lentisco, coordinador de la edición.

Para Cristóbal Aránega fue un honor se el anfitrión de este acto, "homenaje a un hombre que es reflejo de su tierra y de su gente, que ha llevado escrito el nombre de Chirivel y de la Comarca de Los Vélez más allá de sus fronteras, poniendo en valor nuestra identidad y en cuya obra nos advierte de la deshumanización".

Por su parte, Emma Sola, consideró que "todo mi pueblo acoge este libro de poesía de un gran hombre que nos ha enseñado tanta humanidad y tanta sensibilidad". Para la Diputada, "Julio Alfredo es el poeta de una tierra, el poeta de Almería, pero sobre todo el poeta de Los Vélez y el poeta de Chirivel. Lo mismo que nadie piensa en Laujar sin recordar a Villaespesa, o en Granada sin recordad al García Lorca, o en Orihuela sin recordar a Miguel Hernández, nadie puede pensar en Los Vélez sin recordar a Julio Alfredo".

Miguel Naveros recordó a los presentes que la recopilación de su poesía era la primera parte de las obras completas de Julio Alfredo Egea. El presidente del IEA quiso agradecer "a la mucha gente que ha hecho posible esta obra compleja, una complejidad que ha llevado a trabajar a fondo a muchas personas, entre ellos al propio presidente de la Diputación, Juan Carlos Usero, que desde un principio apoyó este proyecto, entre todo el equipo que lo ha hecho posible", destacando el trabajo y la dedicación del propio poeta, "por encima, incluso, de su propio dolor".

En una segunda parte del acto, subieron al escenario algunos compañeros, amigos, poetas y familiares de Julios Alfredo Egea, al que dedicaron palabras de cariño hacia su persona y de reconocimiento a su obra, como lo hizo José Domingo Lentisco, Enrique Morón, poeta y autor teatral, vicepresidente de la Academia de las Buenas Letras de Granada, Pedro Martínez, director y coordinador de la editorial Batarro, que le dedicó un monográfico al poeta de Chirivel, José Antonio Sáez, integrante también del Grupo Batarro y profesor de Literatura y poeta, Pedro Felipe Sánchez, escritor y poeta de Lorca, su amigo Modesto García, su hijo Rafael Egea y la pintora Luz López.

Julio Alfredo Egea fue el encargado de cerrar las intervenciones, notablemente emocionado, con palabras sobre todo de agradecimiento para todas las personas que habían intervenido y para todos los presentes, "cuyo cariño es reciproco". Antes de dar lectura a dos de sus poemas, el poeta aseguró que su pueblo le hizo poeta "por la hermosura de su campo, que me hizo amar la naturaleza y la nobleza y grandeza humana de sus gentes". Por último, y adelantándose por unas horas a su cumpleaños, el Ayuntamiento le hizo un regalo, un juego de plumas, invitando con ello al poeta a seguir escribiendo.

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