María Luisa de Mendoza. Pintora

"El realismo no me interesa, busco una nueva manera de ver la ciudad"

  • La artista extremeña expone hasta el 15 de enero la muestra 'Ciudad interior' en Am Gallery en Roquetas, tierra donde pasaba temporadas de su infancia con sus primos.

Su obra deja huella y además ofrece una especial visión de la ciudad, de cualquier ciudad. No hay que ponerle nombre. Es una artista que muestra su obra en AM Gallery hasta el día 13 de enero.

-Llega a AM Gallery con la exposición Ciudad interior, donde su obra está sembrada de geometría. ¿Qué quiere transmitir al público con esta obra?

- Quien visite esta exposición tendrá una primera impresión, la de que soy una artista que pinta la ciudad. Y en cierto modo es verdad, yo pinto la ciudad pero ninguna en concreto; de todas tengo recuerdos y una experiencia como espectadora. En mis cuadros, cada rincón, puede pertenecer a cualquier lugar del mundo; no tiene signos de identidad que los sitúe en ningún lugar concreto. Esto los hace más universal.

-Se trata entonces de una muestra muy original.

-Yo pinto la ciudad de todos y siempre mirando curiosa hacia arriba y allí encuentro esas escalerillas típicas de las azoteas que suben a algún lugar enigmático, antenas, chimeneas humeantes coronando la ciudad, tan solitarios, tan ajenas al mundo y a todo lo que pasa ahí abajo. Porque abajo, todo cambia y se transforma con la misma rapidez que caminamos siempre con prisas. Arriba sin embargo, el tiempo se detiene y esto me produce una sensación de sosiego muy agradable. Lo que intento es transmitir al espectador otro aspecto menos realista de la ciudad, más íntimo, más poético, en definitiva más metafísico.

- Tengo entendido que su concepto de la obra pictórica ha cambiado mucho desde 2001, fecha de su primera exposición hasta hoy día. ¿Cuales han sido los cambios más importantes?

- La obra de cualquier artista está siempre en evolución; es algo irremediable, todo cambia, todo está en movimiento. Desde mi primera exposición en 2001, la transformación ha sido evidente. Recuerdo esas primeras obras cargadas de semáforos, señales de tráfico y todos los elementos que componen cualquier ciudad; eran obras cargadas de ruido, de anécdotas, de algo más terrenal. Desde 2001 hasta hoy, he ido eliminando todo lo superfluo para quedarme con lo puramente esencial. He pasado de una pintura realista, más preocupada por la técnica a otra más sintética, más esencial, donde lo importante es el aspecto interior y mágico de las cosas.

- Aparte de las líneas y los espacios desnudos, su obra se caracteriza por la fusión de colores intensos. ¿Qué importancia le da usted al color en sus obras?

- Respecto al color, trabajo por planos; cada uno de ellos es como un cuadro abstracto de numerosos matices, a veces casi imperceptibles. Pero no es exactamente el color lo que más me preocupa en mis obras sino la luz. En mi Ciudad Interior la luz juega un papel importante y es la que dirige todo el proceso: primero planteo el cielo (de donde viene la luz y de que forma) y el resto de la obra viene determinado por ella.

- ¿Por qué ha optado por esta pintura y ha desechado la figuración, el realismo, los paisajes naturales, los bodegones, etc.?

- Conocí la obra de Hopper hace muchos años en una exposición en la Fundación Juan March; eso marcó el principio de mi trabajo; más tarde sentí una gran admiración por los pintores metafísicos (Chirico, Carrá, Tanguy,…). Creo que es obvia esta influencia cuando se conoce mi obra. El realismo ya no me interesa como tal. Yo busco algo más, una nueva manera de ver y sentir la ciudad e indagar en su significado íntimo.

- La figura humana no aparece nunca en su obra actual. ¿No tiene cabida de momento o quiere utilizarla para trabajos futuros?

- La figura humana tuvo cabida al principio pero en esa evolución, desde 2001, donde he ido sintetizando al máximo hasta quedarme con lo esencial, realmente ha desaparecido. ¿Quien sabe más adelante que pasará? No lo se, yo simplemente, me dejo llevar, ya veremos en un futuro.

- Imagino que todo artista siempre está indagando. Para el futuro que le gustaría plasmar en sus lienzos. O quiere seguir en esta misma línea.

- No sé en un futuro; yo vivo el presente y en este momento sigo explorando mi ciudad interior, mi ciudad perdida. Creo que aún me queda mucho por descubrir, en un futuro lejano quien sabe donde estaré.

- Viendo lo que usted pinta se puede pensar que le apasiona la arquitectura podríamos decir desnuda.

- Me gusta la arquitectura, pero no pretendo pintar simplemente arquitecturas; esa no es la idea, intento ir más allá. Busco la esencia, transmitir sensaciones y transportar al espectador a rincones perdidos del alma. Es como un viaje a lo espiritual.

- Juan Manuel Bonet ha elogiado su capacidad creativa y su forma de pintar, alabando los resultados. Cuando uno recibe una buena crítica se crece o realmente no le da muchas veces la importancia que tiene.

- No hay artista que no aprecie una buena crítica y más como en mi caso si viene directamente de Juan Manuel Bonet; te da cierta seguridad de cara al público. Crecerse es absurdo y si lo haces te puede durar cierto tiempo ya que el artista sufre altibajos donde continuamente te planteas si vas por el camino correcto. El reconocimiento, las críticas sean buenas o malas hay que darles la justa importancia. Yo intento ser coherente conmigo misma y seguir el camino elegido.

- No se si conocía de antes la provincia de Almería. ¿Cómo ha surgido la idea de exponer en AM Gallery?

- Sí, tengo un recuerdo con mis primos en Roquetas de Mar; tenía 12 años, fue como un "Verano Azul". Han pasado muchos años y supongo que habrá cambiado muchísimo. AM Gallery me conoció a través de distintas ferias de arte y se puso en contacto conmigo. Su situación geográfica me hizo ilusión por esos recuerdos de mi infancia.

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