Cultura

Las cajas rojas vuelven a germinar en algunos solares del casco histórico

  • La Asociación 'Somos el germen' realizó el viernes una nueva intervención para solicitar que los solares en desuso puedan ser abiertos a los ciudadanos para que puedan ser aprovechados

El centro de la capital almeriense se volvió a despertar el viernes algo cambiado, debido a la acción de la Asociación Cultural Somos el Germen. El solar que se encuentra en la Calle Arráez y que será la futura sede de la ampliación del edificio de Hacienda fue el objetivo de la actividad llevada a cabo en la noche del jueves de esta semana.

Somos el Germen es un grupo de jóvenes locales interesados en la estimulación y el aprovechamiento de los recursos almerienses. Su primer proyecto, "Nos vemos en los Solares", intenta reclamar parte de esos recursos, los solares, para uso, disfrute y explotación cultural en usufructo de la población. Más concretamente, solicitan que los solares que se encuentran en desuso puedan ser abiertos a los ciudadanos y ciudadanas, quienes dependiendo del barrio se encuentran, a día de hoy, con una gran necesidad de espacios libres.

También apuestan por un uso cultural de esos lugares, de manera que la aparición de nuevos espacios no implique un "más de lo mismo", sino más bien una ventana a nuevos modos de expresión y de entender el espacio público. Apuestan por canalizar el gran potencial con el que cuenta Almería para obtener el máximo provecho de él mediante el diseño y la realización de proyectos en solares.

El comienzo del proyecto pudo ser visible y vivible por muchos y muchas la semana pasada, cuando el jueves aparecieron decenas de cajas rojas distribuidas por los solares de la ciudad. A principios de semana las cajas que sobrevivieron a los días a la intemperie fueron recogidas por miembros de la asociación para dejar espacio a lo que habría de venir. El carácter efímero de la intervención y el interés de "Somos el Germen" por la mejora del espacio urbano no eran compatibles con dejar estos elementos frágiles eternamente a su suerte como si fuesen simplemente más desechos.

El viernes, la intervención se concentró en uno sólo de los solares. A ojos de "Somos el Germen", este solar, de propiedad pública y localización céntrica, no se construirá en varios meses.

Su acción parece señalar que, mientras espera, no es más que una posibilidad más desaprovechada, pues cuenta con más de 500 metros cuadrados de superficie horizontal dividida en dos niveles y distintos espacios enmarcados por las medianeras que perfectamente podrían hacer de él un lugar para la interacción artística, cultural y social como ningún otro en la ciudad, según señalan desde la Asociación.

"Solamente queremos llamar la atención sobre un espacio que está ahí, que puede aportar un servicio a la ciudadanía. Lo ideal sería abrir oficialmente el solar y permitir la realización de un proyecto de espacio público en él.

Hasta el miércoles, este solar no era más que un espacio cerrado aunque penetrable, puesto que las vallas se habían caído, donde crecen desde hace tiempo las matas, los escombros, la basura, los vidrios rotos y los gatos. Sin embargo, desde el jueves de madrugada, existe un cielo y ha aparecido una puerta de entrada.

Cientos de tramos de cuerda cruzan la parte anterior del solar de parte a parte y sostienen, como si de estrellas se tratara, pequeñas cajas rojas muy similares a las que pudimos ver la semana anterior. La puerta no cierra el lugar, señala la zona de paso y le da entidad, mediante unos hilos que van tomando formas triangulares hasta un umbral pequeño pero suficiente y bajo un dintel casi invisible enfatizado por otro de los gérmenes rojos que vienen siendo habituales en sus intervenciones.

En el centro del solar, grandes cajas rojas ven pasar a los transeúntes que se asoman, curiosos, a ver la interesante transformación. El solar tiene otra entidad; el solar ahora tiene otra vida.

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