Crítica de Flamenco

En tiempos de Carmencita

de no llegar a tiempo

Cía. Maribel Ramos 'La Zambra'. Baile y coreografía: Maribel Ramos. Cante: Jesús Flores. Guitarra: Jordi Albarrán. Dramaturgia: Miguel Cegarra y Maribel Ramos. Puesta en escena y dirección: Miguel Cegarra. Lugar: Sala Joaquín Turina. Fecha: Viernes 12 de junio. Aforo: Media entrada.

La bailaora almeriense Maribel Ramos ha encontrado la fórmula que más se adecua a sus condiciones: la comedia flamenca. Hay mucho que ajustar. Sobre todo en lo que se refiere a la dicción. Y a la actuación dramática en general. También el guión, que por momentos se dispersa. Pero en esta fórmula gamberra Ramos se siente como pez en el agua. En realidad se trata de un recital de bailes de La Zambra con un puntito de puesta en escena. Pero un puntito muy resultón. La idea es graciosa y funciona bajo cualquier pretexto. En este caso, el pretexto es Carmencita, Carmen Dauset. Pero podría haber sido cualquier otro, como digo. De hecho, ninguna de las músicas, cantes y toques, que suenan en la función, son contemporáneas de Carmencita. Tampoco las coreografías. Ni el vestuario. O las letras. Ninguno de ellos se había inventado en tiempos de Carmen Dauset. Y, desde luego, el baile de Ramos tiene poco que ver con el de su paisana. El arte de La Zambra es, ante todo, una danza percusiva, cuando en la época de Carmencita el zapateado era una exclusiva del hombre. Ni siquiera la petenera tiene mucho que ver con la que se supone que bailó Carmencita para el Kinetoscopio de Edison. No importa. De no llegar a tiempo es un anacronismo gracioso, aunque no sé hasta qué punto consciente. No importa. Ramos brilla en sus bailes, alegrías, tangos y la mencionada petenera. Como Jordi Albarrán en sus solos, o Flores en los suyos, por martinetes o tangos. Y el espectáculo funciona en su intención de entretener. Lo del rigor histórico queda para los investigadores.

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