Análisis

Pilar cernuda Redacción

Arrimadas y la utilidadSanidad estudia establecer horarios de salida a la calle para evitar aglomeraciones

Dos palabras se repiten en la dirección de Ciudadanos: centro y útil. Este fin de semana, el partido celebrará su congreso telemáticamente. Quinientos compromisarios darán forma a unos nuevos estatutos, porque la ejecutiva ya se eligió en las primarias que ganó de forma muy holgada Inés Arrimadas. Entre los compromisarios no estará su único adversario, Francisco Igea, que desde que perdió no da un problema y demuestra plena lealtad a la presidenta del partido.

No va a haber sorpresas en el congreso, por tanto. El futuro es hoy la prioridad de Ciudadanos. No van a cambiar en lo ideológico, se consideran liberales aunque cuentan con dirigentes y militantes que se sienten socialdemócratas; son conscientes de que su papel está muy condicionado por su escaso número de diputados (10), pero tienen la esperanza de influir porque en un Congreso tan disperso un solo voto es indispensable para aprobar una iniciativa -que se lo digan, si no, a Teruel Existe- y porque además es tanto lo que separa al PSOE y al PP que Ciudadanos cree que puede ser un puente entre ambas formaciones. Puente, útil, centro.

No se fían de Pedro Sánchez, que no ha descolgado el teléfono para hablar con Arrimadas pese a sus llamadas al diálogo. Tampoco se fían de la comisión parlamentaria que pactó el presidente con Pablo Casado. El PP pretende darle aire de comisión de investigación y Sánchez no ha dado hasta ahora un solo paso para ponerla en marcha. De momento es sólo un proyecto nacido de un pacto trufado de desconfianzas. Arrimadas propuso que la presida alguien de Ciudadanos para evitar más tensiones entre el PSOE y el PP, pero aún no se ha decidido nada. Quizá haya noticias hoy, tras la reunión de la Mesa del Congreso.

Ciudadanos está en una posición mucho más débil que hace un año, pero afronta con entusiasmo esta nueva etapa política. No es la mejor: la animadversión entre Sánchez y Casado provoca que cualquier iniciativa ajena a su pelea difícilmente sea tomada en consideración. Por mucho que Arrimadas quiera ser puente, ser útil y promover el centrismo.

El Ministerio de Sanidad contempla la posibilidad de fijar una serie de franjas horarias para las salidas a la calle para evitar de este modo aglomeraciones que puedan propiciar rebrotes o pasos atrás en la contención de la pandemia. Así se lo planteó ayer el titular de esa cartera, Salvador Illa, a los consejeros autonómicos, según avanzó El País. De este modo, Sanidad intenta garantizar unas condiciones más seguras tanto en los paseos de las familias con sus menores -autorizados desde el domingo- como en las personas que desde el próximo sábado día 2 de mayo decidan salir de sus domicilios para hacer deporte o caminar.

El Gobierno pretende desarrollar este modelo de franjas horarias mirando de reojo a otros países que han implantado esta medida e incluso han establecido turnos de salida a los espacios públicos mediante turnos por calles o números pares o impares de los domicilios. Illa invitó a los consejeros autonómicos a que le presenten propuestas en este sentido, siempre con el objetivo de procurar cierta garantía de orden en el paulatino y delicado retorno de los ciudadanos a las calles.

Sanidad no ha tomado una decisión en firme sobre la manera en que tratará de impedir aglomeraciones, de ahí que haya pedido opinión a todos los gobierno autonómicos. Una vez definido el métido tras estas consultas, una orden ministerial concretará cómo se podrán realizar las salidas del resto de la población, es decir, si serán necesarios los turnos y seguirán vigentes las actuales limitaciones de tiempo y espacio.

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