La liga 22-23 ya está aquí. Casi sin darnos cuenta y con el recuerdo aún fresco de los fastos del ascenso, el nuevo curso levantará su telón dentro de doce días en el caso de la UDAlmería y contra un rival de postín como el Real Madrid. El Power Horse Stadium lucirá sus mejores galas. aún incompletas, porque la visita del equipo que más títulos de Liga y trofeos de Champions League siempre es un motivo para el recuerdo. No en vano, será la séptima visita del todopoderoso, primera bajo el nombre de la empresa austriaca de bebidas energéticas, y décima con gradas supletorias. Para encontrar la última, ha habido que esperar ocho temporadas. Los merengues reunieron entonces a 13.950 espectadores. Rozaron el lleno, pero no se completaron las 15.000 localidades. El resultado está por escribir el día 14, pero lo que ya se sabe es que el feudo de la Vega de Acá registrará una entrada de reventón.

El partido cogerá muchos de vacaciones, pero el graderío no presentará butacas vacías, a buen seguro. Habrá quien ponga su abono a disposición del club y no faltarán quienes trafiquen con su carnet por internet, en busca de anular la subida, de más del 50% con respecto al de la temporada pasada en Segunda. La otra mitad llegará con la visita del Barça, Atlético de Madrid y/o Athletic. En la 07-08, la del reencuentro con la élite después de 27 temporadas de travesía del desierto, hubo quien se sacó el abono únicamente para ver en directo a blancos y azulgranas. Han pasado 16 campañas, el sentimiento rojiblanco ha aumentado con la llegada de seguidores jóvenes, pero aún persiste la idea de que el fútbol se vive en el Estadio, pero se ve mejor frente al televisor y si además te reporta algún dividendo, miel sobre hojuelas. Es la misma diferencia al cine y el televisor.

Anadie le gusta perder en nada; sin embargo, no deben ser preocupante los resultados de la pretemporada rojiblanca. Por mucho que suene a tópico, los marcadores que verdaderamente importarán serán los que se den tras el 14 de agosto. No son pocas las críticas por la confección de la plantilla. Dios me libre de ser palmero, pero la entidad está siguiendo su hoja de ruta y las incorporaciones reclamadas por todos (incluso por el propio Rubi) se producirán en las últimas semanas del mercado por esa costumbre tan ilógica de cerrarse la ventana dos o tres semanas después del inicio de competición. Sí son preocupantes otras decisiones que caracterizan a los clubs grandes y que van más allá del dinero. No ha sido un estío para enmarcar en clave rojiblanca reinando la improvisaciones. Sin presentaciones de los jugadores (a los aficionados, puesto que los medios somos meros transmisores), también sorprende la puerta cerrada de los entrenamientos cuando la del coronavirus ya pasa a ser una excusa. Más de lo mismo con el amistoso ante el Vélez después convertido a partido de entrenamiento. Antes dieron que hablar unas equipaciones que aún se desconocen en un 66%. Por no hablar de la no retransmisión de los amistosos de pretemporada. Un club de Primera debe estar por encima de las dificultades e intentar poner medios a los que son capaces de acceder incluso equipos de Tercera RFEF. Se lleva la palma el asunto de los abonos, como si desde los despachos no hubiesen podido prever que renovarían prácticamente todos los abonados de la pasada temporada, realizando nuevos carnés y produciéndose un verdadero agravio comparativo. La última, la cancelación del partido de presentación, cuando lo del césped lo podía prever hasta el más tonto. Estos ramalazos sí preocupan. Los resultados de los amistosos y la planificación de la plantilla, no.