Análisis

ramón gómez vivancos-garcía

Cada oveja con su pareja

Finalizaba mi última Acta sobre el empate ante el Cádiz lanzando una pregunta al aire, acerca de la ausencia de ese jugador capaz de asistir al supuesto nuevo killer, Demirovic. El empeño de empezar la casa por el tejado, al fijar todos los esfuerzos en reforzar la punta de lanza, ha tenido su primera consecuencia. Ante un rival de enjundia como Osasuna (menuda plantilla la suya) se hubiese requerido paciencia a la hora de ir en busca del empate. Pero dicha paciencia entronca con la calidad. Cierto es que no es nada sencillo ganarle a este Almería, que vendió muy cara su segunda derrota en casa, pero también habría que analizar los escasos recursos exhibidos para igualar el marcador. Tres delanteros en punta y centros al área sin más es un escaso bagaje intelectual, futbolísticamente hablando, para acercarse a los puestos nobles. No sería justo cargar las tintas sobre unos jugadores a los que, de repente, les han encomendado una tarea que igual no va con ellos. Ni tampoco le conviene a Saveljich entrar en el campo técnico pese a tener cierta razón, al pedir variantes dependiendo del partido, más que nada porque quizá no contemple el argentino la falta de recursos de sus compañeros. Pero ojo con todas estas reflexiones, porque sin querer se comienza a desacreditar a un plantel que de momento demuestra estar sobradamente preparado para competir con todos sus rivales, incluyendo a los mejores; otra cosa es que el resultado no sea siempre el apetecido. Si se quiere aspirar a algo más, la clave sigue estando en encontrar a ese jugador que sepa desatascar una situación complicada con un pase mágico que sea capaz de voltear por sí solo un partido, por mucho que estén Demirovic, Álvaro Giménez y Caballero juntos, como al final del choque. Veremos a ver si de aquí al final del mercado de invierno se piensa en poner esa guinda que falta, o más bien diría la base que necesita una plantilla que quiera volar más alto. Tampoco habría que despistarse si se quiere atar la permanencia, porque todo el mundo se queja del sufrimiento de la pasada campaña, y hace un año en la jornada 23 la UDA tenía 26 puntos, cuatro menos que en la misma jornada de esta temporada. O sea, prácticamente, la diferencia entre aquel equipo poco menos que apestado y el actual, que tan buen sabor de boca deja, es la de un partido ganado de más. Además, contando con que en la próxima jornada se viaja a Málaga. Por lo tanto, mejor saber quiénes somos y hasta dónde queremos llegar, para que después nadie se lleve a engaño. En el plano individual me llama la atención la escasa aportación de Eteki, detectada a partir de su internacionalidad. Mejor que Rocha dé la talla, porque si no en esa zona puede haber un boquete. A Corpas lo pueden querer en Primera, gran mérito el de un jugador hasta ahora modesto, pero si no quiere perder su oportunidad mejor que apunte fino a portería la próxima vez. Por último, bravo por Álvaro Giménez, ingrata e inmejorable su aportación. En Málaga se sabrá si definitivamente se fija la meta final en 50 puntos, o no...

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