Al Atlético comienza a ponérsele cara de campeón, después de derrotar en liga al Barcelona. Horas antes había pinchado el Real Madrid frente al Villareal y en estos momentos nueve puntos son los que separan al equipo de Simeone del de Koeman. Un solitario gol de Carrasco, después de un blooper con Piqué y Ter Stegen como protagonistas, permitieron al Cholo romper el maleficio, ese que le había impedido hasta ahora, ganarle al Barça por el campeonato nacional de liga. Así las cosas, en esta competición algo desdibujada por la incidencia del coronavirus, con equipos con menos partidos que otros o jugadores como Luis Suárez infectados por el virus, el Atlético de Madrid tiene licencia para pensar seriamente en ganar la liga. Las flojas actuaciones de los dos grandes de la liga y su incapacidad para sacar adelante sus partidos, posiciona al colchonero como candidato, con permiso de la Real Sociedad, a hacerse con el título de campeón. Los de Simeone saben a lo que juegan y lo que buscan dentro de un campo de juego. No es el caso de los de Zidane, ni de los dirigidos por Ronald Koeman, técnicos a los que por el contrario se les está poniendo cara de dejar los banquillos antes de tiempo. Esa es exactamente la diferencia; uno sabe a lo que juega y los otros no. Parece que cuando las carteras están recortadas, las distancias también se achican, aunque los grandes nombres sigan estando ahí. Casualidades o no, los atléticos con dos partidos menos, están en lo más alto de la tabla y si son capaces de no marearse en la cima, lo suyo es de una seriedad incuestionable. Si se lo creen, más allá del remanido partido a partido, tienen todo para ser campeones. El Barça podría reaccionar, pero parece difícil en medio de una dinámica desfavorable, con el conflicto de Messi sin resolver y un junta gestora que debe convocar a elecciones. En el Real Madrid, sus jugadores parecen no tener apetito, y lo dejan ver dentro del campo. La cara de felicidad de los atléticos, es la cara del campeón.
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