Análisis

Lourdes Velasco (Efe)

Echenique paga los platos rotos de la crisis interna de PodemosLos Ceaucescu

Iglesias lo releva por Alberto Rodríguez como secretario de Organización por los reveses electorales

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, intentó dar un golpe de efecto al anunciar antes de escuchar a sus críticos en el Consejo Ciudadano Estatal del sábado, una reorganización de la cúpula que llevará al diputado Alberto Rodríguez a asumir la Secretaría de Organización, de la que se aparta a Pablo Echenique, quien paga los platos rotos por los tropiezos electorales.

En medio de la marejada interna por los malos resultados de las generales y el desastre en las municipales, autonómicas y europeas, la cúpula hizo pública esta decisión que se tomó hace dos semanas ante la necesidad de adaptar el partido a una nueva etapa, según indican fuentes de la dirección. Iglesias llevará al Consejo Ciudadano Estatal (CCE) su propuesta de que Alberto Rodríguez asuma la Secretaría de Organización con el objetivo de impulsar la presencia en los territorios mientras Echenique pasa a dirigir la Secretaría de Acción de Gobierno.

Además, la eurodiputada Idoia Villanueva será la nueva secretaria de Internacional en sustitución de Pablo Bustinduy, que deja Podemos de forma definitiva.

Todos estos cambios tendrán que analizarse hoy en un consejo de coordinación que Iglesias convocará antes de acudir a la ronda de consultas con el Rey. Dos días más tarde, los cambios se someterán a votación del CCE, máximo órgano entre asambleas.

Según fuentes cercanas a Iglesias, el cambio de Echenique se debe a la necesidad de resolver los problemas de implantación del partido en las autonomías -en algunas Podemos no sólo ha perdido peso sino que es una fuerza extraparlamentaria- y también encauzar las disputas internas. Una tarea de la que se encargará en adelante Rodríguez, muy afín a Iglesias, pero ampliamente respetado por sus compañeros de partido. El nuevo número tres de Podemos tiene un perfil más fresco que Echenique, hasta ahora escudero fiel del secretario general.

La intención de la dirección es que el secretario de Organización recorra y ponga orden en los territorios entre los líderes autonómicos, en algunos casos dolidos ante la sensación de que el líder ha descargado en ellos la responsabilidad del fracaso en las urnas.

El secretario de Sociedad Civil de Podemos, Rafa Mayoral, señaló ayer que Rodríguez es un activo "potentísimo" y se negó a hablar de purga en la salida de Echenique. "Que juegue de defensa central o de mediocentro no le va quitar la titularidad en el equipo y seguirá jugando un papel fundamental", afirmó sobre Echenique.

Desde Adelante Andalucía, críticos con la labor de Iglesias, la presidenta del grupo parlamentario, Ángela Aguilera, eludió pronunciarse sobre la destitución de Echenique como secretario de Organización.

EL problema de Podemos tiene dos nombres, Iglesias y Montero, al que algunas gentes de su partido hace tiempo que los llaman Los Ceaucescu.

Hacen y deshacen, se reparten los cargos más importantes y marcan la línea a seguir. Cuando sus decisiones provocan tensiones, organizan una consulta y amenazan con los males del infierno si no sale lo que ellos quieren y consiguen así perpetuarse. Sucedió con la compra del chalé de Galapagar y salvaron la cara por la mínima, pero quedó latente una situación no resuelta, una desazón profunda. Tanto, que provocó la huida de las confluencias; luego Teresa Rodríguez cambió las siglas en Andalucía, después cayó Carolina Bescansa, después se fue Errejón, a continuación Espinar... Resumen: Podemos está para el arrastre, ha perdido la mitad de sus escaños e Iglesias roza el ridículo exigiendo un Ministerio a Sánchez.

La pareja a la que identifican con el matrimonio rumano de tan mal recuerdo tira por la calle de en medio y se deshace del secretario de Organización, Pablo Echenique, que no ha sido el responsable del fiasco. La maniobra de Iglesias demuestra que no quiere enterarse de que el problema no se llama Echenique, sino que tiene dos nombres que todo el mundo conoce en el partido.

A Echenique lo condenan al ostracismo. Iglesias ha elegido a Alberto Rodríguez como sustituto. Canario, obrero, activista, en su primera legislatura ha demostrado trabajo y discreción. Que conozca bien el partido es otra cosa. Ocurre que Iglesias y Montero necesitaban solucionar cuanto antes la crisis, entre otras razones porque dentro de unos meses se celebra Vistalegre 3 y son multitud los que pretenden que salga un partido diferente al que causó tantas expectativas.

Lo que tenían en mente era que Iglesias dejaría la dirección para dedicarse al Gobierno, seguros de que Sánchez le daría una cartera. Montero sería la nueva secretaria general, ni se les pasaba por la cabeza que no fuera elegida. Pero ese sueño se ha quedado en quimera.

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