Análisis

Fernando Faces Santelmo Business School

Espejismo de verano

Los datos de empleo y paro del mes de junio ponen en evidencia que el mercado de trabajo en España sigue manteniendo un gran dinamismo. Lo cual ha llevado al presidente Sánchez a resaltar la bonanza de la economía española. Es cierto que el empleo sigue creciendo y el paro reduciéndose, pero a menor velocidad. La creación de empleo se está agotando. La tasa de creación de empleo y de reducción del paro es inferior a la del mes de mayo y casi la mitad del mes de junio de 2021. La desaceleración económica de España y también de la Eurozona es manifiesta, como ponen en evidencia todos los indicadores. El impacto de la desaceleración económica sobre el empleo siempre actúa con retraso. Tras los datos positivos de creación de empleo y reducción del paro está el boom de la campaña de turismo y el ahorro embalsado durante la pandemia. Pero la alta y persistente inflación y su impacto sobre el poder adquisitivo de las familias y los márgenes de las empresas presagian un otoño doloroso y complejo. Estamos ante un espejismo de verano.

Andalucía va a contracorriente del resto de España con aumento del paro y reducción de la creación de empleo. Las únicas seis provincias que han aumentado el paro están en Andalucía. Solo se libran Málaga y Cádiz. Un escenario en principio sorprendente, ya que en la salida de la crisis Andalucía crecía y creaba más empleo que el resto de España. El final de la campaña agrícola de frutos rojos en Huelva y Almería puede ser una de las explicaciones. Es en el sector agrícola donde más ha crecido el desempleo, especialmente en Huelva. También cabe argumentar que en este año las contrataciones laborales se han anticipado parcialmente a los meses de abril y mayo. Sea como fuere en el mes de junio el impulso del turismo no ha sido suficiente para compensar la destrucción de empleo del sector agrícola, como era habitual. Desde otro punto de vista el inicio de la destrucción de empleo en Andalucía no deja de ser un aviso a navegantes: la recesión acecha. Históricamente Andalucía ha sido la última en salir de las crisis y la primera en iniciarlas, patrón que recientemente se había roto.

La evolución del escenario internacional no va a ayudar a España. La inflación desbordada y persistente, la anunciada y agresiva subida de los tipos de interés, la cronificación de la guerra de Ucrania, la desaceleración de la economía China y la persistencia de las disrupciones en las cadenas de suministro traen vientos de recesión. Los bancos centrales conscientes de su error de diagnóstico y su retraso en la respuesta a una inflación que consideraban transitoria, ahora prometen restringir la liquidez y subir los tipos de interés lo que sea necesario hasta dominar la inflación. Incluso a costa de una recesión, que intentarán que sea menos profunda y duradera que las últimas.

En Estados Unidos se da por descontada una recesión en 2023. En la Eurozona la debilidad de Alemania es patente. Por primera vez en una década sus exportaciones descienden. Un corte total del suministro del gas Ruso implicaría una gran recesión en la locomotora de Europa.

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