Análisis

aarón martínez

Estabilidad en peligro

El despido de Gomes sería caer en la misma piedra tras Emanuel, Guti y Silva

Asistimos, de forma atónita, a una sociedad poseída por la inmediatez, en la que el fracaso es la palabra futbolera más repetida. El común de los mortales aceptamos dicha circunstancia, y más allá de recapacitar sosegadamente y analizar la situación, nos embarcamos en muchos de los desvaríos que provoca la cantidad de medias verdades que se cuentan. Mantener el proyecto edificado por José Gomes debería ser una evidencia, pero algunos se empeñan en ponerse la venda en los ojos y rehúyen de todo lo bueno. El juego es sobresaliente, con el control de balón como norma, siendo la mayor pega la falta de ocasiones creadas. Y todo sin contar los puntos perdidos en el camino por decisiones arbitrales claramente perjudiciales. El despido de Gomes sería caer en la misma piedra en la que esta directiva ha tropezado tres veces (Pedro Emanuel, Guti y Mario Silva). Agitar la coctelera y esperar que mágicamente todo mejore es una perogrullada. Los que esperan, con hacha en una mano y un "ya lo decía yo" en la otra, pecan de oportunismo en los malos momentos. Cuando vienen mal dadas, cuando la dinámica no es positiva, cuando el ascenso directo está más lejos que nunca, la solución no puede ser dinamitar un vestuario unido y comprometido con el entrenador. Un cambio que, entre otras cosas, no te garantiza un éxito inmediato, que es justamente lo que necesitaría el equipo. Asimismo, tampoco se sabría si ese nuevo míster viene con una idea similar a la actual, siendo un disparate cambiar el estilo y renunciar a la seña de identidad y baluarte de este Almería, su juego. El apoyo desde el club hacia José Gomes debería ser unánime, algo que parece no suceder, con dos corrientes opuestas en pensamiento. Confiar en el entrenador portugués hasta final de temporada, analizar si se han cumplido los objetivos planteados al inicio del curso y evaluar su continuidad. Como dice el refrán, tiempo presente, al mentarlo ya es ausente.

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