La educación pública goza del mejor aliado en este Gobierno andaluz que en 2018 acometió un impulso y una transformación sin precedentes en la historia de Andalucía en un servicio público esencial que marca el presente y especialmente el futuro de nuestra tierra. Hay evidencias que ponen en evidencia a quien agita mantras huecos sin ningún rigor ni rubor. Andalucía ha transitado en el furgón de cola de la educación. En los dos últimos años esta administración ha puesto en marcha, junto a la comunidad educativa, un auténtico rescate con las mayores inversiones históricas. Frente a la Ley de Presupuestos no hay mantra mil veces repetido que pueda. 7.400 millones de euros es la inversión en educación en 2021 del actual Gobierno andaluz, frente a los 6.372 del gobierno socialista de la Junta en 2018. Más de 1.000 millones de euros adicionales que ponen en evidencia una apuesta y un compromiso reales por la calidad sin dejar a nadie atrás, como demuestra el crecimiento en más de un 30% de la inversión en educación especial, superando los 435 millones. Apostar por la educación es apostar especialmente por los docentes, más en una situación de crisis. El sistema dispone de 8.300 profesores más, 7.400 de ellos en la red pública, lo que ha permitido a los centros garantizar la seguridad y una mejor atención al alumnado reflejada en la mejora de los resultados académicos. En otra crisis, la de 2012, el gobierno socialista despidió a 4.500 profesores. Hay otros muchos elementos diferenciales constatables, como la gestión de las sustituciones por bajas docentes, con 214 millones de inversión, un 70% más de las registradas en el último presupuesto socialista, o las inversiones en infraestructuras, con más de 400 millones en dos años. Hoy pondremos la primera piedra del futuro edificio del Conservatorio de Danza Kina Jiménez, un proyecto aparcado desde 2007 y que se hace realidad ahora. Queda mucho por hacer, pero la educación en Andalucía tiene el mejor aliado en este Gobierno andaluz.