La economía estadounidense ha mostrado en este inicio de año una significativa senda de recuperación de la demanda interna tras el moderado impacto de la ola ómicron de coronavirus. Una coyuntura que ha impulsado a un 6,1% interanual el crecimiento del índice de precios de Gastos de Consumo Personal (PCE), que la Fed utiliza para evaluar su objetivo de inflación, alcanzando su mayor tasa desde 1982.

Los elevados niveles de inflación continuarán condicionando la demanda en los próximos meses, en un contexto marcado por la persistencia de factores de oferta que están presionando al alza los precios. Junto a ello, la invasión rusa de Ucrania aumenta no sólo las tensiones inflacionistas, sino también la incertidumbre sobre la senda económica global.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha confirmado que aumentará los tipos de interés en marzo para hacer frente a las mayores tasas de inflación de las últimas 4 décadas. Sin embargo, el aumento previsto se ha reducido a 25 pb ante las posibles implicaciones del conflicto y las sanciones adoptadas contra Rusia en el crecimiento económico.