Análisis

valentín sola

Fondos europeos de recuperación

"Durante la pandemia las organizaciones estuvieron a la altura de la situación"

Resiliencia, según la RAE, es la capacidad de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Flexibilidad, capacidad de adaptación, resistencia, elasticidad, fortaleza, solidez..., todas estas palabras que son sinónimo de resiliencia, se pueden utilizar como virtudes inherentes a las personas con discapacidad y las organizaciones del tercer sector que las representan. Aunque se ha avanzado mucho en los últimos años, la realidad, es que aún las personas con discapacidad tienen que enfrentarse a diario a situaciones de vulneración de sus derechos, o tienen más dificultad que el resto de la población para su desarrollo personal o laboral. La inclusión en cualquiera de sus esferas, constituye aún un desafío para la sociedad actual, que le cuesta adaptarse a un mundo donde la diversidad humana es una riqueza no una discapacidad. Por tanto, uno de los retos a los que nos enfrentamos las personas con discapacidad, sus familias y las asociaciones del sector, en una sociedad tan cambiante como la actual, como ejemplo la pandemia y sus consecuencias, es la capacidad de superar positivamente las adversidades. Durante la pandemia, en el estado de alarma, las organizaciones de la discapacidad, estuvieron a la altura de la situación, dando una respuesta eficaz y efectiva a las necesidades de las personas con discapacidad, adaptándose y atendiendo a las personas con discapacidad en todo momento, denunciando los casos de vulneración de derechos fundamentales de éstas, que provocaron algunas de las medias del estado de alarma, y que luego se corrigieron, llegando donde la administración y muchas empresas del sector de servicios sociales no llegaron. Algunas empresas, en los primeros momentos de la pandemia, dejaron de prestar determinados servicios, como fue el caso de la ayuda a domicilio, y sin embargo las asociaciones del sector de la discapacidad, cubrieron esas carencias, orientando, acompañando o aumentando su intensidad en la prestación de servicios sociosanitarios. Como dato, FAAM, a través de CUIDAL, incrementó sus esfuerzos para llevar comidas a domicilio a familias en situación de extrema necesidad o acompañando a cientos de personas en la soledad, mediante la atención telemática por profesionales, como psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales, en la desorientación inicial del confinamiento, colaborando con las distintas administraciones para dar respuesta y apoyo a nuestro colectivo. En los últimos meses se está hablando mucho sobre los fondos europeos para la recuperación, transformación y resiliencia destinados a reparar los daños provocados por la crisis del COVID-19. Desde nuestro sector y por medio de nuestra red de organizaciones regionales y nacionales estamos pidiendo a las distintas administraciones que parte de esos fondos se canalicen hacia nuestras organizaciones que prestan atención directa a las personas con discapacidad y sus familias.

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