Análisis

ramón gómez-vivancos garcía

Fracaso en la planificación física

Toca aprender para que la UDA llegue en su mejor momento a la finalización del año

La diferencia física entre Girona y Almería es, en la actualidad, brutal. En el fútbol de estos últimos años ese aspecto no solo es importante, sino que es decisivo. El Almería es, hombre por hombre, mejor equipo que el Girona. Eso la sabe y lo ha reconocido Francisco en multitud de ocasiones, pero ha tenido la virtud el preparador físico del Girona de tener a su plantilla como una moto en estos tres últimos meses. De hecho, ambos equipos se enfrentaron durante la temporada regular en dos ocasiones y casi hizo pleno la UDA, venciendo en Gerona y empatando en el Mediterráneo en un encuentro atípico que de 100 veces gana el conjunto que tiene tres hombres más, 99. El caso es que el Girona navegó por mitad de la tabla casi toda la campaña y Francisco estuvo al borde de ser cuestionado si no llega a empatar ante el Mirandés, con un gol de rebote incluido. Digo todo esto porque la UDA ha demostrado ser superior durante gran parte de la temporada, pero una mala planificación final lo echó todo por la borda. Pensaba que el rival no iba a presionar de la misma forma que lo hizo tres días antes, pero lo pudo hacer. La segunda mitad, si exceptuamos la ansiedad de los rojiblancos, se pareció un poco más a lo que vimos a lo largo de toda la campaña, debido al pequeño bajón físico del Girona, pero todos los elementos ya estaban en contra, gol fantasma anulado incluido. Habrá que analizar de cara a la temporada que viene el porqué de este bajón final que incluyó a la última etapa de Gomes, ya que por mucha calidad que se atesore no se puede imponer en este fútbol moderno ningún equipo a otro si no se está con la misma fortaleza. Es más, siendo un plantel joven el de la UDA, extraña mucho más cómo un equipo pierde por el motivo expuesto la confianza y su fútbol al ver a sus contrarios volar delante de sus narices. Es lo que hizo la AD en los tres últimos meses de la competición cuando ascendió en el año 1979, estar como motos. Por cierto, ya está bien de que Raúl Ruiz, comentarista de televisión, opine de la UDA sin saber, diciendo sandeces acerca de los cambios de entrenadores en el Almería. Ahora toca aprender de los errores y, sobre todo, hacer que la UDA acabe en su mejor momento a la finalización de la temporada, no como los dos primeros años de la era Turki.

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