En la jornada han predominado los números rojos, aunque moderados, lo que permite que los índices de volatilidad (VIX) se mantengan en niveles mínimos desde el inicio de la pandemia.

Los inversores analizan los resultados corporativos para justificar los niveles de cotización. En general, las cuentas están siendo positivas (3 de cada 4 compañías están superado las estimaciones del consenso) pero el foco se sitúa también en el mensaje respecto a la evolución del negocio en próximos trimestres. Aunque con diferencias sectoriales, los directivos se muestran optimistas respecto a la actividad y volumen de negocio, ante el progreso de los planes de vacunación, sobre todo en las economías avanzadas.

Ayer se inició la reunión de tipos de la Fed; prácticamente ningún analista prevé modificación de sus tipos de interés, pero estarán atentos a cualquier mensaje sobre el inicio del proceso de reducción del ritmo de compras de activos (tapering), una vez que se estabilice la situación epidemiológica y la recuperación económica se consolide.

El Gobierno alemán ha elevado su previsión de crecimiento del PIB en 2020 de un 3% anual a un 3,5% anual, gracias a la mejora de las estimaciones respecto a la actividad industrial y exportadora, si bien prevé que no recuperarán niveles de producción precrisis hasta la primera mitad de 2022. En EEUU ha destacado el fuerte repunte en abril de la confianza del consumidor.

El Íbex 35 nada contracorriente y avanza un 0,63%, cerrando en 8.757 puntos.

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