¿qué ha ocurrido con José Corpas? Una pregunta que une asombro e ilusión con un futbolista que, tras lo acontecido el curso pasado, dábamos prácticamente por desechado de esta plantilla. El brazalete de capitán ha transformado a un Corpas previsible en un jugador total. Hemos pasado de ver a un extremo que se pegaba a línea de cal, cuyo recorte hacia fuera era ese recurso manido que utilizaba hasta la extenuación, a una versión polivalente y letal, tanto dentro como fuera del área. Electrizante, rock and roll en estado puro desde el carril derecho. Frente al Lugo completa una de sus mejores actuaciones con la elástica indálica, y eso que solo disputó 34 minutos. Media hora de fútbol en la que desborda, regatea, asiste y marca con una facilidad pasmosa. La confianza que derrocha sobre el verde se ejemplifica en el tiro desde la frontal que hace nada más entrar o en el regate de tacón que le hace a Campabadal en su primer tanto. Corpas es también el mejor termómetro de este Almería. En un inicio de campaña en el que las cosas no terminaban de arrancar, la nota discordante fue su entrada ante el Fuenlabrada, dando paso a la verticalidad y los desmarques de un jugador muy complementario con Balliu, Morlanes y Sadiq. Además, el último bache del conjunto rojiblanco coincide con el bajón del jiennense. En todo este crecimiento, Gomes tiene parte de culpa en la importancia del bañusco en el equipo. En ese esquema del portugués, Corpas ya no está atado en banda y es mucho más que un extremo. Desde esa posición de mediapunta se asocia más y explora el pasillo central con más asiduidad. Un Corpas diferente e indomable, siendo capaz de hacer más cosas sobre el terreno de juego. Suma en Liga un total de 11 goles y 5 asistencias. Números históricos para un futbolista rojiblanco. En definitiva, un gran jugador que está viviendo los mejores momentos de fútbol de toda su carrera.

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