Análisis

fernando faces Santelmo Business School

Inflación y crisis energética

La inflación y la crisis energética se expanden por todo el mundo. En el día de ayer, a propuesta de España y de Francia, se ha debatido en el Eurogrupo las causas y posibles soluciones europeas a la crisis energética. La inflación global tiene múltiples causas: la demanda embalsada durante la crisis, la disrupción de las cadenas de suministro globales, el disparó de los precios del transporte marítimo etc. Pero la principal causa, la que amenaza con ser más permanente y estructural es la crisis energética. El primer impacto tuvo su origen en la paralización de la producción y la ruptura de las cadenas de suministro globales, posteriormente se añadió el encarecimiento del transporte marítimo y la explosión de la demanda embalsada y más recientemente el disparo del precio de las materias primas y el gas natural, petróleo y carbón.

El precio de la electricidad se ha disparado en todo el mundo y especialmente en España, por su mayor dependencia energética. Detrás del incremento del precio de la electricidad está la espectacular subida del precio del gas natural y de los derechos de emisión de CO2. Lo que pone de manifiesto la estrecha relación existente entre la inflación eléctrica y el ambicioso calendario europeo de transición energética hacia energías renovables, Pacto por el Clima. El fantasma de la inflación amenaza la recuperación. Los bancos centrales que afirmaban que la inflación es transitoria, sorprendidos por su excesiva duración e intensidad, empiezan a preocuparse y han decidido anticipar la reducción de las inyecciones de liquidez mediante la compra de deuda pública.

La crisis energética y el disparo de la inflación han sido potentes, rápidos y globales, pasando de la deflación a la inflación en unos meses y afectando a todas las grandes potencias: China, Estados Unidos, Europa y países emergentes. La inflación dúplica el objetivo de los bancos centrales: 5,3% en Estados Unidos, 3,4% en Europa, 4,1% en Alemania, 4% en España. El importante impacto que pueden tener las elevadas tasas de inflación sobre los costes y márgenes de las empresas y sobre la capacidad adquisitiva de los consumidores, el principal motor de la recuperación, es preocupante. El primer impacto sobre los precios industriales y los precios al consumo es Intenso y evidente. El impacto sobre los salarios lo veremos en las próximas negociaciones de los convenios. La subida del SMI y del salario de los funcionarios ha sido el primer paso.

Factores impulsores de la inflación como los precios de transporte marítimo, la relocalización de las cadenas de suministro o el incremento de los precios de los derechos de emisión de CO2 vinculados a la transición energética no son transitorios. Permanecerán durante meses y alguno de ellos, los costes de transición energética, podrían impactar durante años. En el Eurogrupo de esta semana han estado debatiendo medidas a corto plazo que limiten la escalada del precio de la energía eléctrica: compras conjuntas de gas natural a nivel europeo o incremento de la capacidad de almacenamiento. En el mes de diciembre la Comisión Económica planteara medidas de más alcance. Eso si, no podrán atentar contra los objetivos y el calendario de la transición energética contemplados en el Pacto por el Clima. Un dilema de difícil solución.

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