Los indicadores preliminares de la evolución de los precios de las principales economías de la Eurozona confirman la moderación de estas. En concreto, el dato del IPC de España y de Francia se encuentra por debajo de 6% en ambos casos, mientras que en Alemania se ha situado en un 8,6% anual (frente al 10% anual en noviembre) y en Italia en un 11,6% (-0,2 pp).

Esta evolución se ha visto apoyada por el efecto base del año anterior, así como por la bajada de los precios de los carburantes y de la electricidad.

En contraste, las inflaciones subyacentes (excluyendo alimentos no elaborados y energía) repuntaron tanto en Italia como en España (+0,2 pp y + 0,6 pp hasta un 5,8% anual y un 6,9% anual, respectivamente), observándose como las compañías continúan realizando el traspaso de los precios de las materias primas energéticas y de los costes de producción a los precios del consumo final de forma gradual. De esta manera, se añade incertidumbre a la evolución futura de la inflación al no haberse completado plenamente el traspaso de costes a todos los bienes.