Análisis

juan manuel martín robles*

José María Artero. El hombre

Primero de los dos hijos del matrimonio formado por José María Artero Pérez, castellonense vinculado a Almería desde 1915, cuando llegó a la ciudad como profesor de la Escuela Normal, y la almeriense Pilar García, José María Artero García nació en Almería en 1921.

Tras su primera formación en la Escuela Nacional y el Instituto de Enseñanza Media de Almería, en junio de 1940 Artero se presentaba al examen de Estado, suspendiéndolo. Unos meses más tarde se instalaba en Madrid para preparar el ingreso en Ingeniería Agrónoma.

Estudios superiores que inició ese mismo año y que tendría que interrumpir en noviembre de 1942, cuando era requerido para cumplir el servicio militar obligatorio en Almería. Aquí, con el objetivo de completar su formación y en paralelo a la instrucción militar, cursó entonces Magisterio y Peritaje mercantil.

En 1943 retorna a Madrid para continuar sus estudios -posteriormente ampliados con la Licenciatura en Ciencias Naturales-, involucrándose ya en el mundillo cultural madrileño y participando en diversas revistas universitarias.

En 1947, superados los estudios de Agrónomos, comienza a preparar oposiciones. Tan sólo un año después entra a formar parte del Cuerpo Pericial Agrícola del Estado. Su primer destino sería el Instituto Nacional de Colonización de Las Palmas, donde pasó algo menos de un año. En 1950 vuelve a Almería, integrándose en la Jefatura Agrónoma Provincial hasta 1963. Año en el que solicitó su excedencia para dedicarse en exclusiva a la enseñanza, hasta su jubilación en 1986.

Estrechamente vinculado a Almería desde la década de 1950, a partir de ese momento toda su vida y acción, personal y profesional, girarán en torno a la Cultura y el mundo editorial almeriense. Ámbitos en los que se convirtió en figura clave e imprescindible, fundando, promoviendo y colaborando en casi todas las iniciativas que entre 1950 y 1990 se gestaron en la ciudad.

Tras una larga enfermedad, muere en Almería el 26 de septiembre de 1991, dejando iniciados numerosos proyectos que dan cuenta del entusiasmo con el que siempre afrontó la vida.

*Director de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios