No son tiempos fáciles los que atraviesa la sociedad, quizá los más complicados en la época más reciente. La pandemia lo marca todo desde un año atrás cuando nos asaltó por completo casi sin previo aviso. Una pandemia de la COVID-19 que trae consigo momentos de máxima incertidumbre. Resulta arduo complicado deducir qué ocurrirá en el futuro más inmediato ante el avance que el coronavirus está teniendo últimamente en todo el mundo.

Una situación que afecta a todos los ámbitos de la vida y a la que el deporte no ha podido quedar al margen. Cerca de seis meses restan para que arranque la competición deportiva por excelencia como son unos Juegos Olímpicos. Esa competición a la que todo deportista desea acudir al menos una vez en su carrera con independencia de la modalidad deportiva que practique. Unos Juegos Olímpicos que deberán tener lugar en Tokio, claro está, si la pandemia lo permite. No son pocas las dudas que se presentan alrededor de estos ante la expansión del coronavirus a nivel global durante los últimos meses. Unos Juegos Olímpicos que sin lugar a dudas serán los más extraños de la historia ante el contexto en el que nos encontramos.

Un evento que, si bien cada cuatro años acoge a miles de espectadores, en esta ocasión podría estar marcado por la ausencia de público. Ni siquiera haberlo retrasado un año ha podido aclarar la situación ante los tiempos de plena incertidumbre que vivimos. Pero no solo de público va la cosa. También asaltan dudas de cómo se podrá desarrollar una competición en la que participan miles de deportistas venidos de todas partes del mundo. Solo cabe desear que la situación mejore y los Juegos Olímpicos se puedan desarrollar en la medida de lo posible.

Unos Juegos Olímpicos no son cualquier cosa, ni mucho menos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios