En una semana de positivismo general con el equipo en ascenso directo, no todo iban a ser alegrías para el cuadro unionista. En tiempos de COVID, el anuncio de la convocatoria de Umar Sadiq con Nigeria ha sido el sonido de trompeta que ha despertado el temor a un rebrote en forma de virus FIFA. La baja del nigeriano, que debutará con su país, ha sido la primera confirmada, pero no será la única. Los próximos nombres pueden ser los de Cuenca, Morlanes, Maras o Makaridze. Una situación extraordinaria que afecta a los futbolistas más importantes de la plantilla. La columna vertebral puede resquebrajarse justo en un momento clave de la temporada ante varios choques en los que el equipo se juega puntos vitales. Para empeorar la situación, en el contexto de los partidos de selecciones, la Liga ha decidido poner jornada entre semanal justo en estas fechas. Por ello, algunos jugadores como el propio Sadiq pueden perderse hasta tres partidos (Leganés, Málaga y la duda del encuentro contra el Rayo). Las internacionalidades en tiempos de pandemia mundial es lo más parecido a la llamada a filas por el entramado logístico que supone la marcha de los futbolistas a sus respectivos países. Además, es incomprensible como se sigue jugando la Segunda División al mismo tiempo que estos duelos que se disputan por todos los continentes. Y, para más inri, en medio de esta crisis sanitaria de tal calibre. Dos factores unidos que perjudican al plantel de José Gomes. Es hora de reflexionar sobre esta circunstancia que, con el crecimiento de la categoría, cada vez afecta a más conjuntos. La única nota positiva que se puede extraer de este hecho son los recambios que hay en la plantilla. La marcha de Sadiq debe ser aprovechada por un Juan Villar que está mejorando en este 2021. Lo mismo ocurre en otras posiciones del campo, con ejemplos como Fernando, Ivanildo o Petrovic. Garantías para afrontar esta llamada a filas.

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