Análisis

paco gregorio

Mamandurrias

Hay políticos que se aferran al 'machito' y no paran de servirse en lugar de servir

Hay personas que llegan a la política para aferrarse al 'machito', para servirse de los ciudadanos en lugar de servirlos. Me refiero a esa gente que en toda su trayectoria profesional únicamente ha vivido de lo público sin haberse presentado a un concurso-oposición para sacarse la plaza de funcionario y desconoce la empresa privada.

Suelen estar cortadas por el mismo patrón. Personas que un día fueron alcaldes de sus municipios, luego encontraron cobijo en una delegación de la Junta, para a continuación buscar acomodo en la capital de España al frente del 'chiringuito' de turno y que acaban como directores generales de no se sabe muy bien qué, cobrando sueldos inflados que salen del bolsillo de todos los contribuyentes.

A muchas de esas personas el cambio de gobierno autonómico les cogió con el pie cambiado y ahora su única esperanza pasa por volver a acomodarse en los Ayuntamientos de sus municipios. Como quiera que su figura ya está quemada porque fueron derrotados en las urnas, se dedican a malmeter desde la sombra para, una vez logrado el poder, ser designados como asesores municipales y así poder manipular a su antojo al candidato de turno, por lo general un títere que ante el temor de meter la pata cuando un periodista quiere entrevistarlo, le pide que le pase las preguntas por correo electrónico para que las revise su 'equipo de comunicación'.

Los ciudadanos, por fortuna, desenmascaran cada vez más a este tipo de personajes, que solo aparecen por las romerías del pueblo en época electoral y después, logrado el objetivo o descarriado en el intento, ni tan siquiera asoman por las cafeterías del pueblo para compartir un café con sus vecinos. Es la gente que vive de la mamandurria, esos que disfrutan de un sueldo habiendo trabajado poco o nada, simplemente con sus artes persuasivas o poniendo la sonrisa artificial para salir bien en la foto.

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