Ceis Football Observatory, entidad suiza experta en estudios relacionados con el fútbol, llevó a cabo esta semana un análisis en el que cribó los minutos de juego real que se producen de media por partido en 37 ligas europeas. Los resultados fueron chocantes. Sorprendentes. Contra todo pronóstico, la Segunda División española es la categoría en la que menos tiempo se disputa de partido en Europa. Solo un 55,9% de los minutos son útiles. Inaudito, ¿verdad? Difícil creer algo así en una liga como esta, en la que los equipos salen decididos a por la victoria y los árbitros castigan sin piedad a todo aquel que se atreve a interrumpir el ritmo. Pero Primera no anda lejos. Novena por la cola, con un 59,3% de los minutos de juego real. El fútbol español en todo su esplendor. Como cabía esperar, ningún estamento se hizo eco de estos alarmantes datos que vienen a decir que, en España, nos sobra prácticamente una parte entera en cada partido. Ni Liga o Federación, culpables, ni clubes, cómplices, ni árbitros, intocables. Nadie dijo nada. Cierto, no es un estudio tan mediático como para que alguien deba asumir culpas. Con dejar pasar un par de días bastará para que a la gente se le olvide. Pero la verdad es que nadie necesitaba este análisis para advertir que el fútbol, en España, está herido. Que pasen de largo casi 45 minutos de cada 90 es un escándalo que implica a todos. Tanto a la organización, por no elaborar duros castigos, como a los jugadores, que se aprovechan de su impunidad faltando el respeto a este deporte y, por supuesto, a los árbitros, cuyas sonrojantes actuaciones permiten que este show predomine. Pero aficionados y medios tampoco nos escapamos. Un jugador que se tira no es pillo, es un tramposo. Quitar a los recogepelotas no es picaresca, es una ilegalidad. Tardar un minuto en sacar de puerta no es experiencia, es despreciable. Basta de disfrazar estos comportamientos. Entre todos hemos masacrado al fútbol español y nadie asumirá responsabilidades. Pero quizás, cambiando nosotros, les obliguemos a cambiar a ellos.

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