A veces me pregunto si esto del confinamiento me hubiera pillado en otro año de mi vida, ¿qué sería de mí? Imagino ser un niño y estaría en casa, con mis padres y hermanos. Algún abuelo y quizá mis abuelas o al menos una de ellas andaría por ahí. Podría haberme cogido de adulto a principios de siglo, cuando ya lejos de mi infancia pasé dos años en Italia que hubieran tenido un recuerdo menos grato si este virus hubiera aparecido entonces. O pudo haberme cogido años después pero en una situación diferente: sin pareja con la que compartir alegrías o preocupaciones y hasta sin perro al que sacar.

En todas las situaciones me imagino también haberlas pasado pero no en ese momento sino si hubiera nacido en otro año: imaginen que en vez de ser del 80 mi fecha de nacimiento fuera 1991. O 2002. O 2013. No me cuesta imaginar a mi yo de los 8-10 años ahora, con internet y mil canales de televisión, en contraste con lo que viví, sin más distracciones que la tele, con TVE y Canal Sur. Sin más. O que en vez de casi 40 rondara los 30 años, estuviera soltero y sin compromiso y se me hubieran cortado de raíz las noches de copas con los amigos.

En cualquiera de las situaciones me afectaría tanto o más que ahora otra no-noche de copas: la del Rey que hubiera traído un derbi vasco muy esperado. Sábado noche, Sevilla y abril. No sé si me hubiera animado incluso a ir, quizá una década atrás lo hubiera tenido más fácil. Confinado en Italia, en 2002 o 2003, sin muchas opciones ni para verlo. Quizá mi amigo Raúl me hubiera informado puntualmente por sms como hizo en su momento y se lo agradeceré hasta el fin de los días. Pero cuando más imagino y ansío noches así hubiera sido de pequeño, con papá -del Athletic, algún defecto tenía-, hermanos -el mayor, realista, culpable de mi realismo-, mamá y la suya, mi abuela Carmen, a la que quise como una segunda madre o como una hermana, mayor o menor según pasaban los años. Pues bien, cuando extraño el fútbol o salir -beber, el rollo de siempre- pienso en lo y los que de verdad añoro. Y se me pasa. Familia, divino tesoro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios