El cielo amaneció nublado en este comienzo de liga, con una serie de nubarrones que acechan a varios de los equipos que pretenden hacerse con el título de campeón o sumar lo suficiente para ocupar plaza de Champions o para estar en zona europea. El Barcelona perdió en la primera fecha contra el Athletic de Bilbao. Un golazo de Aduriz decantó el encuentro para el lado de los vascos, ante un equipo ramplón que en partidos como éste extraña demasiado a Leo Messi. Las lesiones en el equipo de Valverde, sobre todo la del argentino y la de Luis Suárez, presagian tormenta si Griezmann no acude al rescate. El Valencia después de su derrota ante el Celta de Vigo, ha dejado en el camino cinco puntos sobre seis en juego, lo mismo que sus vecinos del Villarreal que pese a las oportunidades de la primera fecha, en la tabla figura con un punto producto del empate ante el Granada. En el Real Madrid tampoco las tienen todas consigo, ya que después de un inicio esperanzador, las tablas de este sábado ante el Valladolid y de local, volvió a traer las nubes negras para Concha Espina. Un insólito Zidane en rueda de prensa acabó pidiendo el apoyo de la afición para salir de la situación, en la segunda fecha del campeonato. El entrenador ha aportado confusión a un lío que se viene arrastrando de hace tiempo y a fecha de hoy, la revolución que pedía a gritos la afición, parece que no va a producirse. Ramos habló de defender la segunda posición, cuando la mitad de los equipos no habían jugado. La afirmación no sería trascendente, sino se entendiera que los jugadores blancos, dentro y fuera del campo, sufren un problema de concentración. De la quema se salvan, a falta de jugar su segundo encuentro, el Atlético de Madrid. El equipo de Simeone es el que mejores sensaciones transmitió en pretemporada. El otro es el Sevilla, que de la mano de Lopetegui y en silencio, ha conseguido encadenar dos victorias seguidas.

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