Almería, 2 de abril de 2020. Estimado Piñeiro, mira que hasta el momento pocas pegas se le puede poner a la UD Almería en la gestión de estos días extraños desde que se decretó el estado de alarma. Pronto mandaron a los jugadores a sus casas para evitar contagios, sus redes sociales además de informar entretienen a los seguidores y para colmo el propietario se descuelga con una donación millonaria que ha encandilado incluso a sus posibles detractores. Pero como no todo el monte es orégano ayer saltaba la polémica con el aviso de la fiscalía uruguaya a Darwin Núñez por saltarse el confinamiento. La noticia nos llevó a todos a plantearnos qué diantres hace Darwin en Artigas o Appiah en Nottingham y si nadie dentro del club ha pensado en la posibilidad real de que no puedan retornar en caso de reanudarse la Liga. Y es que si el espacio aéreo de cualquiera de los países siguiera cerrado ni el jet privado de Turki podría solucionarlo...