Análisis

susana galera rodrigo*

Políticos y sociedad civil. el caso de unidos por baria

Sociedad civil y, más recientemente, Gobernanza, son construcciones jurídico-políticas que se asocian a la gestión pública contemporánea. Y es que los procesos de decisión pública han ido perdiendo unilateralidad para abrirse a quienes pudieran resultar afectados por las decisiones. Esto es así al menos en el plano teórico: a mayor calidad democrática, más se percibe también en la realidad administrativa del día a día. Además, en aquellos ámbitos de decisión y gestión de bienes comunes -otro concepto de creciente protagonismo-, como son los bienes ambientales o el patrimonio cultural, la legislación privilegia la participación de la sociedad civil, reconociéndole una posición reforzada en los procesos de decisión y ejecución de políticas públicas. En lo últimos años, la provincia de Almería viene siendo un escenario en el que la sociedad civil tiene una presencia permanente en la vida pública, en algunos casos consolidándose como un referente nacional e internacional de concienciación colectiva, firmeza y constancia.

Desde luego, el asunto Algarrobico ha sido el más mediático, pero no menos interés presentan otras movilizaciones que aspiran a la intervención pública en patrimonio de valor espectacular -Amigos de la Alcazaba, Amigos del Argar- o bien de escala más reducida pero de no menos interés común-arbolado de Plaza Vieja o árboles singulares, acuífero del Río Aguas, y un largo goteo de etcéteras-. Es una grata sorpresa, e indicio de buena salud democrática, abrir el periódico local y encontrarse con referencias a movilizaciones colectivas aquí y allá.

Unidos por Baria es uno de los casos más recientes de este sentir colectivo: un proyecto de construcción de apartamentos turísticos en medio de una zona arqueológica ha relanzado esta Asociación, que ya tiene en su haber (2005) la preservación de más de una hectárea de patrimonio arqueológico en Villaricos, Cuevas del Almanzora, donde su ubica la antigua ciudad de Baria. La riqueza y el interés de este yacimiento son extraordinarios, como lo atestigua la exhibición de sus hallazgos en los Museos Arqueológico Nacional y Provincial de Almería, y se explica en detalle en su página web unidosporbaria.org. De momento, el yacimiento está preservado porque está enterrado -indemnizaciones a propietarios mediante, claro-, quedando pendiente de actuaciones que completarán el relato de la presencia romana, púnica y fenicia en el litoral mediterráneo, ni más ni menos. Ahora se trata de preservar también otra parte del yacimiento, sobre la que en su día se suscitó una contienda judicial que, sin embargo, no excluye completamente su protección.

La actividad de Unidos por Baria en estas semanas ha sido frenética, dando traslado documentado de sus preocupaciones y propuestas a todas las Administraciones directamente implicadas: al Ayuntamiento -que paralizó unas obras sin licencia-, a la Delegación de Cultura -pendiente de contestación-, a la Diputación -a través del Instituto de Estudios Almerienses- e incluso al Parlamento Andaluz, en el que se tramitó, y se aprobó por unanimidad una

Proposición no de Ley para la protección del solar y la paralización de las obras por las autoridades de cultura. Y lo que queda por mover. Es pues la hora de los políticos y de las decisiones que sólo a ellos corresponde.

No se trata, sólo, de impedir una pérdida irreparable de patrimonio común por una nueva construcción. Se trata de retomar el marco iniciado en 2005, de perfilar una estrategia ambiciosa de Turismo Cultural y Sostenible en la zona del levante almeriense, de la creación de un Parque Arqueológico con un Plan de Gestión que incluya las actuaciones pertinentes y su puesta en valor, complementando la oferta turística que ya tiene la zona.

El momento no puede ser más oportuno: está a punto de concretarse una ingente financiación pública europea para el período 2021-2027-New Green Deal y Next Generation EU- que está dirigida, precisamente, a la creación de riqueza y empleo mediante la puesta en valor de recursos locales de forma sostenible. Qué buen momento para apuntalar el cambio de modelo turístico que esporádicamente parece pedir paso.

Para ello, no sólo es necesaria la sensibilidad y querencia de las instituciones por Baria, sino que es imprescindible la concertación entre ellas para acometer acciones coherentes y complementarias en ejecución de una Estrategia a Medio y Largo Plazo. En esta España de cultura administrativa fragmentada, qué buen momento para una buena práctica almeriense de acción concertada y buen gobierno a la que apunta nuestra moderna legislación administrativa.

*Profesora de Derecho Administrativo URJC, Investigadora UAL y miembro de Unidos por Baria.

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