Análisis

ramón gómez vivancos-garcía

Presión más calidad, igual a ascenso

Es evidente que el cambio de técnico tuvo su lógica, con independencia de que el propio Emanuel provocó su marcha al criticar en rueda de prensa la política de fichajes de corte bisoño por parte del propietario. La destitución del entrenador luso me recordó a la de Casuco, por aquel entonces un Dios en Almería, tras numerosas jornadas en las que su equipo perdió el rumbo. De igual forma la UDA, que casi patenta la segunda plaza por deméritos de los rivales, entró hace varias jornadas en un bache de identidad frente a la categoría en la que compite. En las primeras jornadas se presionaba de lo lindo y se disputaba cada jugada con intensidad, aunque la lógica y el paso de las jornadas hubiese llevado a ese bloque a posiciones más acordes con su calidad. El sistema de Emanuel parecía estar diseñado para ese tipo de jugadores, al utilizar un juego directo al amparo del sacrificio en cualquier parte del campo. Con la entrada de los nuevos fichajes, con un estilo más exquisito, el balón seguía sin pasar por el centro del campo, con un problema añadido, la ausencia de una presión mínima al contrario. La consecuencia de todo ello ha traído a Guti a Almería, con la esperanza de sacar partido a varios de los futbolistas llamados a marcar diferencias, de las que a buen seguro carece el bloque de jugadores de la pasada campaña. ¿Cuál es el problema que se sigue arrastrando? Quizá la ausencia de la referida presión al adversario. En varias fases del choque se pudo ver a varios jugadores rojiblancos intentando presionar mientras sus compañeros no les seguían. Unas veces eran unos y en otras ocasiones, otros. El caso es que en la actualidad no se pone en práctica sistema defensivo alguno, comenzando por el primer delantero. Se vio a las claras. Los rivales tocan el esférico y campan a sus anchas. Incluso un equipo tan cándido como el Zaragoza, que tampoco presiona por no molestar, fue capaz de retener el balón en su poder más de la cuenta. Recuerdo cuando le preguntaron a Guardiola por aquel Barcelona que maravilló. El entrenador del City dijo que su mérito fue el inculcar a jugadores como Messi, Iniesta o Xavi la cultura de la presión bajo un sistema planificado. La fantasía ofensiva le pertenecía a esos jugadores a los que poco o nada les tenía que decir Guardiola. Si Guti pretende aterrizar con buen pie como entrenador profesional, debe saber en qué categoría compite y sobre todo dónde debe ahondar para que los Coric, Petrovic o Vada marquen las diferencias que se les supone. Si a estos jugadores se les prepara (se necesita más preparación física) y mentaliza para cambiar la idea de juego que traían de superiores categorías, puede que se les extraiga todo el jugo. De hecho, este Almería en robo y transición sería temible, con las características de Lazo, más peligroso en dichas transiciones que en juego estático. Lo que no es de recibo es que ante un equipo tan blandito como el Zaragoza, de la escuela de Víctor Fernández, se puedan tener tantas dificultades, tanto para robar como para crear. Guti, dispones de piezas, pero debes impregnarte de la idiosincrasia de esta categoría y, como bien dijiste en tu presentación, adaptarte a la actual plantilla

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