Análisis

txabi ferrero

Reservas y los 'gran reservas'

El intercambio de jugadores, por decisión técnica, es necesario por la exigencia del calendario

Las rotaciones son necesarias, pero no obligatorias. En ningún sitio está escrito que se deben de hacer en un determinado número. Cada entrenador las gestiona según entiende conveniente. El modelo de José Gomes salta más a la vista por su número. No es nada normal, y de hecho es toda una extrañeza, una rotación completa de los 11 jugadores, portero incluido. El balance de las cinco que ha habido es de tres victorias y dos derrotas (Logroñés y Mallorca). No es muy coherente citarlas como positivas cuando se gana y tildarlas de inadecuadas e impropias cuando se pierde. El intercambio entre jugadores, por decisión técnica, es necesario por la exigencia física de este calendario, apretado al máximo con partidos intersemanales. Lo son, a mi juicio, por el hecho de que si un jugador no descansa lo suficiente, tiene más posibilidades de padecer una lesión muscular, de ligamentos. Se desgastará más y acumulará más tensiones. Elegir a unos por otros siempre es complicado y es una de las decisiones más controvertidas. Entrenar es elegir y las rotaciones son una de las firmas del entrenador en su gestión de la plantilla. No son fáciles y por eso hay entrenadores buenos y mejores. Pero, además, es que la rotación previene de la sobrecarga de minutos y eleva la competitividad dentro del equipo. Desde que el fútbol es fútbol ha habido titulares y suplentes. El problema nace cuando los reservas son muy suplentes y los habituales son titularísimos. La solución pasaría por mezclar a la unidad A y B, eufemismos de la actual terminología deportiva. El derecho a que jueguen todos sólo es propio del fútbol formativo. Esto es fútbol profesional y solo vale ganar. Lo importante no es el número, sino la calidad de los minutos y el hecho de que todos estén preparados tácticamente.

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