No hay lucha más encarnizada en los platós de los programas del corazón que la que sostienen Rocío Carrasco y su propia hija, Rocío Flores, desde hace décadas. Una batalla heredada de su padre, Antonio David Flores, aunque el mal rollo entre ambas se lo hayan ganado a pulso ellas dos solitas. 21 años hace que sus padres se separaron y el ex guardia civil se declaró insolvente e incapaz de pagar una manutención para sus hijos que ascendía a 140.000 de las entonces pesetas al mes. En aquel momento la hija de Rocío Jurado aparecía públicamente como la víctima; traicionada, e incluso presuntamente maltratada, Antonio David parecía querer aprovecharse del típico braguetazo con la niña de la artista. Sin embargo, dos décadas después, ¿qué ha hecho mal Rociíto en estos años para que todo el mundo apoye a Antonio David?, ¿por qué ese rechazo popular contra ella?, ¿tiene que ver con las apariciones televisivas de su ex -actualmente colaborador en Sálvame- y de su hija -que incluso concursó en Superviientes-?

El distanciamiento definitivo de madre e hija ocurrió en 2012, tras una discusión que acabó con una denuncia a la Guardia Civil. Rocío Carrasco había decidido tiempo antes dar un paso atrás y apartarse de los medios de comunicación, para bien o para mal. Esto no quiere decir que no le queden defensores en televisión; sin ir más lejos la pequeña de las Campos, Carmen Borrego, así como María Teresa y el resto de su clan, afines a la causa de Carrasco. Pero resulta innegable que la imagen de la primogénita de La más grande se ha visto muy deteriorada.

Mientras la joven Rocío Flores, a sus 23 años, goza hoy en día de una situación desahogada, con unas cuentas saneadas -gracias a sus intervenciones televisivas, dicho sea de paso-, su progenitora se encuentra al límite económicamente, e incluso podría perder el chalé en el que reside junto a Fidel Albiac. Su marido -dicen- es la principal causa de su endeudamiento.

La hija se define en su perfil de Instagram -en el que por cierto cuenta con más de 600.000 seguidores- como Business woman (mujer de negocios). Su madre, desde luego, no ha llegado ni a eso, a pesar de la herencia descomunal que le dejó Jurado. Hacienda, incluso, le ha embargado ya terrenos y algunos bienes que poseía en Chipiona. Para colmo, nunca ha sabido sacar réditos de una desigual carrera televisiva cuyo gran hito, amadrinado por Campos por supuesto, fue colaborar en el programa que entonces presentaba en Telecinco, Día a día. Ahora en Lazos de sangre el peloteo está servido y Rociíto hace gala de su dudoso talento... para seguir hablando de su madre.

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