El pasado jueves nos quedamos sin ver la mejor versión de la UD Almería. Odio la expresión de "equipo B", si acaso soy más partidario de llamarlo "los jugadores que gozan de menos titularidades en lo que llevamos de temporada". Ya sé que queda muy largo, pero lo de llamar a un grupo de jugadores con una aceptación menor que a la de sus compañeros por una decisión que ni si quiere le corresponde a ellos si no a una decisión del entrenador, simplemente no me gusta. Todos esperábamos el partido ante el Mallorca como una de las auténticas finales de esta temporada. Sí, aunque queden muchísimos partidos por delante, este era uno de los partidos marcados en rojo sobre todo por la gran racha de juego y resultados que vienen mostrando estos dos equipos. José Gomes tiene planificada una serie de rotaciones para que todos sus jugadores estén enchufados y no acusen físicamente el exceso de partidos. Esto denota que el técnico portugués confía en la totalidad de su plantilla y es algo positivo. Pero desde el punto de vista del aficionado, de los que estamos fuera, siempre queremos que los jugadores más talentoso estén sobre el campo. Ese Rock and Roll que todos intuíamos ante el Mallorca se quedó a medias. Más aún con ese gran gol de chilena en el 91. Como siempre el resultado de tanta rotación la podremos evaluar a final de temporada. Quizás cuando estemos por el mes de junio y se estén jugando los partidos verdaderamente importantes de playoff y los jugadores rojiblancos tengan esa marcha más que el resto de equipos sepamos que el plan de José Gomes ha merecido la pena. Esperemos también que no echemos de menos ningún punto. El míster rojiblanco se arriesga alternando dos onces, esperemos que le salga bien. Seguro que si el Almería saca los tres puntos de Santo Domingo seguirá creyendo en su idea. Y no va a ser nada fácil. Porque tras la salida de Meré, a la AD Alcorcón solo le ha quedado como opción ponerse el mono de trabajo y de la mano de Anquela ser un equipo correoso y difícil de marcar para ir sacando los puntos que le faltaban. Cuatro son ya los partidos consecutivos que lleva el Alcorcón sin perder. Alterna el 4-2-3-1 con la defensa de cinco. Pero lo que si tiene claro este equipo tras la llegada de Anquela al banquillo es que el esfuerzo no se negocia. Marc Gual en punta de ataque y Boateng en el centro del campo son el sustento de un Alcorcón que combina jugadores jóvenes e interesantes como José León y Javi Castro, con otros muy experimentados como el lateral derecho Laure.

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