Análisis

txabi ferrero

SIEMPRE NEGATIVO, NUNCA POSITIVO

La COVID-19 lo ha cambiado casi todo. Así, lo positivo ahora es negativo, y lo negativo tiene una lectura positiva. Ya lo decía Louis Van Gaal, todo un adelantado a su tiempo: "Siempre negativo, nunca positivo". Los PCR y la terminología médica devuelven al fútbol a aquellas temporadas donde los equipos figuraban en la clasificación con su puntuación y el añadido de los positivos o negativos. Valga esta gracieta como introducción, que el autor se toma aprovechando la rabiosa actualidad y la infinita paciencia del lector. Pero, con todo, el tono de broma y la contradicción es también de aplicación a la realidad de la UDA. Los rojiblancos afrontan la eliminatoria contra el Girona, de Francisco, con optimismo, como corresponde a todo equipo que aspira al ascenso, pero con ciertas dudas que tienen que ver con el estreno de su quinto entrenador del curso. Los unionistas han llegado hasta esta fase de ascenso por su propios méritos, y tras sumar no pocos deméritos que le apearon del ascenso directo. Su clasificación es producto de su trabajo y el de sus cuatro entrenadores anteriores. José Gómes se presenta en estos 'play off' como un invitado con derecho a decidir. Nadie sab, salvo la plantilla y el entorno más íntimo del club, cómo y con quiénes va a jugar frente a los gerundenses. Esa puede ser un arma de doble filo. No ha dispuesto de tiempo para adiestrar a sus subordinados sobre la forma de jugar y se desconoce si eso puede sorprender al almeriense Francisco en sus esquemas, aunque las fases de ascensos no parecen la plataforma más idónea para hacer experimentos. Siempre a priori, la eliminatoria se resolverá en el Mediterráneo el domingo, donde Francisco dispondrá una defensa de tres centrales, fuertes, altos y contundentes: Ignasi Miguel, Pedro Alcalá y Juanpe, para emparedar a Darwin Núñez, si tiene que defender una renta favorable. Al tiempo.

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