Análisis

teodoro

Vox, extremistas en el centro de la escena

Hitler, en 'Mein Kampf', ya recomendaba centrarse en no más de seis ideas fuerza

1vox ha acertado estratégicamente al llevar el debate político a su temario. Ahí estamos, enero de 2019, con la ideología de género. Se han alejado de la retórica moderada del pacto PP-C's para situar sus grandes mitos en el centro de la conversación pública: dictadura feminista, inmigración amenazante, liberticidios socialistas, despilfarro del sistema... Y si se les permite manejar la agenda, estableciendo los marcos con los que la ciudadanía vaya a enfocar el debate político, tienen mucho que ganar como advertía George Lakoff en No pienses en un elefante. Frente a la larga lista de promesas electorales que pesará al Gobierno bipartito -toda una Carta a los Reyes Magos redactada en sus programas y mítines para una campaña que les abocaba a la derrota-, en Vox se mueven a golpe de consignas persuasivas. Esto tiene pegada. Hitler, en Mein Kampf, ya recomendaba centrarse en no más de media docena de ideas fuerza para percutir constantemente con ellas. Salvando las distancias, es el plan: machacar sus consignas una y otra vez, para instalar esas claves en la percepción colectiva, colonizando el imaginario.

2Amos Oz, autor entre otros ensayos de Queridos fanáticos, escribía que "la esencia del fanatismo reside en el deseo de obligar a los demás a cambiar". No resulta rara la táctica de Vox. Es su fuerte. Y Vox no es un partido menor -sus doce escaños representan a 400.000 andaluces- de modo que harán valer su fuerza. Para entendernos, en media docena de legislaturas IU ha sido más pequeña de lo que es Vox. De hecho, sólo ha sido mayor en 1986 con Anguita, y en los años terminales del felipismo. La dimensión de Vox no es irrelevante. Y van a exprimir su oferta de autenticidad frente a la "derecha acomplejadita". Manejan la retórica de la reconquista, como esta semana rodeados de banderas durante la celebración de La Toma con que se festeja en Granada el día en que Boabdil entregó la ciudad a los Reyes Católicos. La simplificación de la Historia es otro recurso característico de los populismos. Claro que tan ocupantes fueron los musulmanes como los visigodos o los romanos, pero, además de nutrir la islamofobia, el mito les sirve a la idea de reconquista, tan arraigada en el nacionalcatolicismo.

3Vox está haciendo algo lógico: poner en valor sus votos. Se diría que lo está haciendo de un modo ilógico: amenazando con una repetición electoral. En su momento Podemos ya creyó que su ascenso era imparable, y en la repetición de 2016 retrocedió. Pero tal vez las cosas no sean iguales en este caso. En Vox pueden haber planteado una jugada win-win. Si triunfan con su tesis, será un éxito; si no, acabarán cediendo en nombre del cambio para sacar al socialismo de la Junta como causa mayor, pero cargarán contra la derecha acomplejadita a la que apretarán en el Parlamento. La estrategia es, entretanto, protagonizar el debate. Y tanto mejor si se lo facilitan desde el otro extremo con excesos como la acusación de ser "cómplices de asesinatos de mujeres y niños" (Teresa Rodríguez). La irracionalidad se nutre de la irracionalidad. Ellos buscan eso, antes que un cuerpo a cuerpo dialéctico. A Vox sólo se le desafiará con la verdad y la razón. Mientras Ciudadanos resiste, Podemos patina y el PP madrileño cede -demasiado cercano a Vox, que en definitiva es una escisión del PP-, ¿dónde está el PSOE? Le están poniendo a Vox demasiado fácil el .

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