Es verano, 13 de agosto, y San Lorenzo ha pasado una noche horrible. Sus lágrimas, estrellas dislocadas en aluvión de desesperación, han reproducido un año más el sufrimiento de aquel oscense que murió asado vivo en una parrilla el 10 de agosto del año 258.

Llamar así, "las lágrimas de San Lorenzo" a las perseidas, debió ser idea de un astrónomo con vocación poética además de científica. Un astrónomo de los que, como Galileo, son capaces de perder la vista de tanto y tanto mirar al cielo. Por cierto, en algún libro he leído que Galileo era, o hubiera podido llegar a ser, un músico de fama pues tocaba con afinación y notable agilidad táctil el laud, instrumento de pulso y púa que, dicho sea de paso, suena a gloria cuando en las noches del verano garruchero, Vicente Forteza del Rey - el alumno - y Joaquín Santiago "El Lobo" - el maestro - tocan El Sitio de Zaragoza sobre el rumoroso telón de fondo de las olas que acarician el malecón.

Volviendo a San Lorenzo y su sufrimiento al ser quemado vivo y sin anestesia, pienso en Pablo Iglesias y en todo lo que está sonando sobre Podemos en los medios de comunicación. La sombra de un vago presagio se cierne sobre él como un manto de polvo de estrellas, ese polvo del tamaño de un grano de arena que dejaron anoche los cometas alrededor del sol.

Pero, inasequible al desaliento, Agustina de Aragón rediviva, el vicepresidente, ceño fruncido, libre la melena frente al viento de esta tempestad, con la antorcha encendida - en la mano izquierda, para que no se diga - ya enciende, ordenando a sus fieles que hagan lo mismo, los cañones de twiter contra el juez y la malvada tropa mediática fascista que ha puesto sitio a "su sitio de Galapagar" y, sobre todo, a su sitio en el Gobierno de España.

"Tic tac, tic tac, tic tac", le repetía en aquel debate de La Sexta a Esperanza Aguirre.

Mira por dónde, ¡fíjate tú!, han cambiado las tornas. El "tic tac, tic tac", del reloj de Pedro Sánchez va subiendo su volumen, puede que llegue a ser atronador a no tardar mucho.

"La Justicia es independiente. Yo, que soy el Presidente de Gobierno, respetaré sus decisiones".

Aviso a navegantes, mensaje subyacente:

"Lo siento Pablo, no me voy a quemar contigo. La parrilla y el fuego… todo tuyo"

Anoche vi y oí a un juez calificar como "defensa de quimioterapia" la que están haciendo, ante la instancia judicial que entiende y atiende el caso y los medios de comunicación, los abogados y los escuderos políticos de Iglesias. "No me parece, dijo el juez, que las razones aportadas para pedir la paralización de este proceso y el archivo de la causa, vayan a conseguir su objetivo".

Tic tac, tic tac… El tiempo dirá si hay barbacoa o no.

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