La condición de favorito al ascenso a Primera se la ha ganado el Almería a pulso y, posiblemente junto al Español de Barcelona, sean los dos equipos a batir esta temporada en la Liga, porque si a alguien quiere ganarle cualquiera de los que militan en Segunda es a esos dos. En esos partidos los rivales darán el máximo, irán al límite y no le pondrán las cosas nada fáciles para que se lleven la victoria. Pero no solo por lo que puedan pensar los rivales de turno. El Almería ha hecho una apuesta muy fuerte en jugadores para intentar lograr lo que la temporada pasada tuvo al alcance de la mano y que al final se le escurrió entre los dedos. Este año no quieren fallar y para ello ha puesto en manos de Gomes una plantilla amplísima, con 30 jugadores para cubrir con garantías posibles contratiempos que se pueda encontrar a lo largo de esta temporada y que no tenga que andar con "parches" como ya ocurriera la pasada campaña. Es cierto que se ha pasado por un momento delicado. Tres derrotas seguidas es demasiado, teniendo en cuenta sus objetivos, donde llegó incluso a perder sus señas de identidad, aunque achacable al ajuste de unidades. No podemos olvidar que a día de hoy el equipo se puede decir que anda de pretemporada, ya que muchos jugadores se incorporaron a última hora y solo hay que echar un vistazo a los que estuvieron en Marbella y los que ahora entrenan en el anexo. Eso se está consiguiendo, pero con la competición en marcha y con puntos en juego, que es lo más importante. El equipo parece haber encontrado el camino que le lleve a los puestos en los que todos esperamos que debe de estar. Dos victorias consecutivas no conseguía este Almería desde antes del confinamiento -y de eso ya han pasado muchos meses- pero no lo hacía y ahora, aun sufriendo y poniéndose el "mono de trabajo" logra sumar de tres en tres. Aquí lo que cuenta es amarrar los puntos como sea y a eso tiene que acostumbrarse esta plantilla.

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